33. Never Give Up

385 28 28
                                    


Maratón 3/?Narra Arianna:

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Maratón 3/?
Narra Arianna:

Había perdido la cuenta de cuantos días había estado en ese horrible lugar y, pero sabía que eran muchos ya que me sabía hasta los horarios.

Primero los mortífagos me despertaban a golpes y me arrastraban hasta una sala de donde me torturaban unas cuantas horas. Luego me volvían a arrastrar hasta otra sala donde me ataban a una camilla y me inyectaban una jeringuilla con una sustancia desconocida en el cuello. Después me daban un pequeño vaso de agua y un trozo mohoso y pequeño de pan. Al terminar me torturaban el resto del día hasta que estuviera al borde de la muerte. Y cuando acaban me vuelven a arrastrar hasta esa oscura habitación donde se suponía que tenía que dormir.

Como en estos instantes. Ahora tendría que descansar, pero tengo tanto dolor físico y emocional que no me deja hacerlo. De físico tengo tantas heridas que ni las puedo contar. También si antes estaba muy delgada, ahora estoy hasta los huesos. A todas horas tengo hambre y sed, y siempre estoy esperando a la hora de "comer". Y del emocional...

Por alguna razón aparente no puedo dejar de pensar en James. En como estará sufriendo al pensar en lo que me estarán haciendo. Pero prefiero que sufra así por mí a que él tenga que sufrir lo que yo estoy sufriendo.

También no dejo de pensar en lo feliz que estaba con él a su lado. Las risas que compartíamos en su habitación mientras comíamos gominolas. O cuando él me perseguía por todo el castillo para hacerme cosquillas. O simplemente cuando me abrazaba por la cintura y ponía su cabeza en mi hombro. Añoraba esa sensación de comodidad y felicidad.

Entonces pensé de repente.

— No podría ser feliz sin él a mi lado.

Y tenía razón, él era mi todo. Y por mucho que lo intentara negar, sabía la realidad. Que la sensación de mil hipogrifos cuando estaba a su lado no era una coincidencia. O que esas inmensas ganas de besarle cada segundo no era casualidad. O incluso que quisiera pasar el resto de mi vida a su lado tampoco era cosa de la amistad.

Y pensar que todo comenzó al tirarme agua por un compartimento. Y que después estuve odiándolo por un trimestre. Si se lo contara a mi yo de esos tiempos seguro que pensaría que es una broma. Pero no lo es. Estaba totalmente y locamente enamorada de ese azabache arrogante y egocéntrico que odié en un principio.

Pero de repente mis pensamientos se esfumaron al oír unas voces. El nuevo día estaba apunto de comenzar.

Narra James:

— No está por aquí— dijo Eleanor al volver de un sendero.

Después de dos semanas, estaba como nueva gracias a los cuidados de Pamela. Sus cabellos negros estaban amarrados en una coleta alta. Y vestía con la camiseta de quidditch de Arianna.

~𝙴𝚗𝚝𝚛𝚎 𝙼𝚊𝚕𝚍𝚒𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora