Narra Arianna:
— Pequitas, despierta.
Entonces abrí los ojos y me encontré en una cama muy parecida a la mía. Pero está olía a perfume de hombre, o eso me parecía a mí. Frente a mí estaba James, con una mano en mi hombro, y vestido con el uniforme de quidditch. Antes de nada bostecé, pero cuando terminé de bostezar abrí los ojos como platos y le pregunté:
— ¡¿Qué hago aquí?!
— Ayer te vi dormida en una silla y te quería llevar a tu cuarto, pero no había ninguna chica que te pudiera dejarte en tu cuarto. Así que te llevé a mi cuarto para que pudieras dormir.
— ¿Y por qué no me despertaste?
— Por qué a ti te cuesta mucho dormir, y sería muy difícil para ti tener que volver a dormirte.
— ¿Cómo lo sabes?
— Por favor, dormiste en la misma casa que yo todas las Navidades— me respondió con obviedad—además que una persona no se despierta siempre a las seis de la mañana por gusto.
— ¿Seguro que no te aprovechaste de mí mientras dormía?
— Iug no, por supuesto que no— dijo mientras hacía una mueca de asco — ¿me ves cara de que me aproveche de las personas cuando duermen? Eso suena muy horrible Pequitas. Además, si esto te hace sentir mejor yo dormí en el suelo, lo puedes comprobar tu misma si quieres— dijo mientras señalaba un montón de sábanas con cojines— Y si no me crees puedes preguntar a mis compañeros de cuarto, que por cierto, les he dicho que se fueran para que te dejaran vestirte con tranquilidad.
— Espera, ¿con qué ropa?
— Molly me ha dado tu ropa del uniforme hace unos minutos, y más cosas que necesitarías. Había ido abajo para ver si alguna chica estaba despierta, y por suerte Molls acababa de bajar. Así que para quitarte trabajo de ir hasta tu cuarto me ha dado tu uniforme, tu escoba, una toalla y un neceser que me ha dicho que había un peine, gomas de pelo, champús, geles y acondicionador para el cabello. Por cierto, yo me voy a ir hacia el vestuario, faltan media hora para que empiece el partido así que date prisa.
Y entonces se puso de pie y se fue por la puerta, dejándome sola en el dormitorio de los merodeadores. Entonces fue rápidamente hacia la ducha y me duché haciendo un récord, ya que solo lo hice en cinco minutos.
Luego me puse el uniforme de quidditch, que por cierto consistía en: un grueso jersey de lana de color escarlata con una línea dorada en medio, unos pantalones marrones— que odiaba—, una túnica con los colores de gryffindor y mi número— el 5— con mi apellido. Después con mi varita murmuré un hechizo que había creado que servía para hacerme una trenza de boxeadora.
Por cierto, nunca os hablé de mi libro de hechizos. Desde que me enteré del mundo mágico siempre me encantó la magia de los hechizos. Siempre me fascinó lo que unas palabras podían producir. Así que un día pensé "¿y si creo mis propios hechizos?" Y eso empecé a hacer, después de investigar más sobre ello. Y fui creando mis propios conjuros, aunque al principio siempre explotaba algo. Pero ya tengo un gran libro con hechizos de todo tipo.
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~𝙴𝚗𝚝𝚛𝚎 𝙼𝚊𝚕𝚍𝚒𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜~
FanfictionCOMPLETADA James Sirius Potter, el típico chico popular y engreído de la escuela que tiene a todas las chicas a sus pies y que tiene una vida perfecta. Arianna Blair Marsh, la típica chica inteligente e impulsiva que siempre llama la atención aunqu...