SE BUSCA AMANTE

Capítulo 2: Aiden

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Bueno, como prometí que al terminar Loco por las curvas, publicaría esta, aquí vamos. Espero que os guste.

Sexo. Follar. Joder. Existen un montón de palabras más con las que se describe ese acto primario que caracteriza a todo ser vivo, que nos mueve por dentro alcanzando diversas escalas de placer tan primigenio como natural. Me parece tan fascinante las diferentes maneras en las que el ser humano siente y experimenta este tipo de situaciones que algunos describen como íntimas, que deben ser escondidas a los ojos de la sociedad. Pasamos ante ellas de puntillas, sin hacer ruido, pero todos saben que está ahí como ese primo molesto con el que nos incomoda en cada Nochebuena, pero al que no podemos evitar seguir hablando porque pertenece a nuestra familia, así se trata el sexo, nadie niega su existencia, pero cuando te preguntan sobre ello tampoco entras en detalles, muchos incluso se avergüenzan o se sienten incómodos. "Es algo personal" probablemente digan, ¿y qué en la vida no es personal? El ser humano en sí mismo es un individuo particular, construye su mundo a través de vivencias, por lo que no debería ser algo de lo que avergonzarse. Es justamente este tabú asentado entre nosotros lo que provoca que las mujeres, y en algunos casos hombres, vengan a tipos como yo, tipos que les podemos dar lo que más desean. Un momento intenso sin compromisos. Rápido, lento, fuerte, más suave, tú marcas el ritmo. Yo solamente cumplo tu voluntad, a menos que me pidas que sea yo quien me adueñe de la situación. En ambos casos, te llevo al cielo y luego si nos encontramos en el pasillo de una discoteca no te recuerdo, ni tú a mí. Es fascinante pensar cómo a veces el morbo toma nuestros sentidos luchando con nuestra ética y normas asentadas por la sociedad. ¿Está mal follar en público? Depende de a quién le preguntes. Los más puritanos dirán que sí, el código civil lo llamará escándalo público si te pillan. Otros, por el contrario, lo tildarán de subidón. El riesgo de ser cazado en pleno acto, como si fuera algo malo, desborda los sentidos, les hace sentir más poderosos y les permite alcanzar un orgasmo más profundo. No obstante, pertenezcas a cualquiera de los dos grupos en algún momento se te habrá pasado por la cabeza plantearte alguna de estas cuestiones. Ahí es justo donde quiero llegar, todos hemos tenido inquietudes sexuales en alguna ocasión. Y desde siempre socialmente se ha visto más natural que los hombres tengamos mayor "necesidad" que las mujeres. Por esa razón tanto a mis compañeros como a mí, nos llegan en muchas ocasiones mujeres que se han encontrado reprimidas por diversas circunstancias. Mujeres que desean ser ellas mismas por unos minutos u horas, dependiendo del precio que estén dispuestas a pagar. Y es en esos instantes donde alcanzan la liberación que necesitan para poder seguir continuando con sus vidas como se espera de ellas. Por este motivo nunca juzgo a mis clientes, un buen profesional debe adaptarse a las necesidades que le demanden, porque probablemente le estés proporcionando la única forma que tienen de sentir. No se pueden ni imaginar la cantidad de mujeres que vienen porque su marido, novio etc.. no les satisface. Mujeres que fingen orgasmos, que simulan sentir un deseo que nada tiene que ver, que se dejan simplemente escudándose en el amor., que realizan sexo duro cuando ellas son más del blanco, y al revés, que les gusta lo fuerte y su marido o novio lo considera una locura porque ha sido criado en ese ambiente. Mujeres que se pasan la vida soñando sentir algo más, subir más alto en la montaña rusa. Señores, si eso es el amor, algo abstracto que te ata y te hace cometer esa clase de sandeces solo para que el otro se sienta bien contigo, no quiero experimentarlo. He visto lo que puede hacerles a las personas cuando se enamoran, y también vi los estragos que pueden devenir de ellos. Siempre he creído que el amor es sólo una ilusión esporádica que desean experimentar las personas porque así se lo hizo ansiar la sociedad. Intenso, pero pasajero. Desde pequeños se nos dice que tienes que estudiar mucho para poder ser alguien en la vida, y para que puedas formar una familia estable. ¿Quieren saber quién sabe mucho de familias consolidadas? Laurie Frouch. 47 años. Madre de dos hijos adolescentes y un marido demasiado focalizado en su empresa naviera como para prestarle atención a la señora Frouch. A los ojos de la sociedad Laurie es la esposa y madre perfecta, pero yo conozco su otro lado. Ese en el que aborrece que su marido le toque, y prefiere contratar un prostituto mucho más joven con el que poder sentirse la dueña y señora que el señor Head no le ha permitido ser durante todos los años de matrimonio que llevan cargando a las espaldas. ¿Lo ven? A esto me refiero, una noche más ha vuelto a mi cama, o yo he vuelto a la suya, para llenar esa parte que el hombre con el que escogió pasar su vida no consigue satisfacer, y como Laurie miles de mujeres, que cuando se les acaba el enamoramiento no son capaces de ser sinceras consigo mismas y marcharse. Tampoco les juzgo. Supongo que el amor por el dinero también es otra forma de amar.