24 - Lección

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El zorro entonces estableció contacto visual con el lobo. —¿Que?.

—Su nombre. —En la risa de Luis claramente se notaba su pesar.

Aunque Jaime aún no desarrollaba la suficiente empatía hacia Luis como para notarlo, así que sonrió. —Edgar.

Y Luis sintió un hueco enorme en su estómago.

Probablemente, las mariposas que antes lo molestaban ahí cuando el zorro le contestaba o le prestaba atención, habían muerto ante las palabras de Jaime.

—Ohh... Entiendo. —Ahora el que evitaba la mirada era el lobo.

El zorro solo asintió.

—¿Y lo sabe?.

Jaime sonrió. —¿Tal vez si?, Supongo que sí.

—¿Lo has besado?. —Luis comenzaba a aguantarse sus ganas de llorar.

—¿¡Que!?. —El zorro devolvió su vista al lobo. —¡No!, Claro que no, yo ni siquiera sé besar. —Se sonrojo ante las palabras y la confesión.

Luis observó a Jaime. —¿No sabes?.

El zorro desvió la mirada, su nerviosismo lo había echo confesar algo que nadie sabía y ahora ya no podía echarse atrás ni podía inventar tan siquiera una excusa.

—No... Por eso no se si arriesgarme con Edgar, es decir ¿Imagínate cuando quiera besarme y yo le diga que no se? No me gustaría para nada...

Y Jaime fue silenciado.

No por la interrupción de un ruido.

Tampoco por la de un animal.

El zorro había sido silenciado por los labios del lobo que ahora rozaban los suyos.

Aunque inmediatamente se alejo. —¡Pero que haces!. —Jaime lo aparto, se alejo y se cubrió su boca sonrojado.

Luis sonrió. —Te enseño a besar.

El corazon del zorro comenzó a latir rápidamente y pequeñas cosquillas corrían por sus labios.

Luis volvió a acercarse. —Imita lo que yo hago. —Quito las manos de Jaime y luego tocó su rostro.

Por alguna extraña razón, el zorro no podía solo negarse.

No podía reaccionar.

Pero si pudo hacerlo cuando el lobo volvió a juntar sus labios con los suyos y comenzó a besarlo también.

Timida y torpemente, pero lo hacía.

Somos Amigos. (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora