Somos Amigos. (Furry/Yaoi)

57 - Llamada

—3 llamadas perdidas coneja. ¿Cuál es la emergencia?.

—No me vas a creer con quién me encontré.

El zorro pensó por algunos segundos. —¿A Zim?.

—¡Jaime!. —Esther sonrió. —Se realista, eso no me causa gracia, más bien me desilusióna.

La coneja escucho como el zorro río. —¡Pues no se!, No tengo idea, sabes que me chocan las adivinanzas.

—Pista. Lo quería golpear.

Hubo un corto silencio.

—Espera... ¡Al tigre!.

—Ese mero.

—¡Y como! ¿Por qué?... ¡Coneja no se te vaya ocurrir golpearlo por que!... —Una pequeña interferencia interrumpió al zorro. —Si... ¿Bueno?.

Esther reconoció inmediatamente que ese ya no era Jaime.

—¿Bueno?.

—¿Con quién tengo el gusto?. —Preguntó. —O más bien... ¿A quien le diré que deje de molestar a mi zorro precioso bonito y hermoso llamado Jaime?.

La coneja frunció el ceño, pero después sonrió pues gracias a eso ya sabía quién es el que ahora poseía el celular de su mejor amigo.

—Awwwww... ¿Luis?. —Se notaba la emoción en la voz de Esther.

—¿Que?... —El lobo ahora estaba confundido. —¿Cómo... Me conoces?.

—¿Cómo que cómo?. —La coneja se aguanto una carcajada. —Jaime se la pasa platicando de ti conmigo.

—¡No es cierto! No seas mentirosa, ¡si eres tú!. —Jaime se escuchaba lejano y como si estuviera peleando con algo.

—A si... ¿Y de que habla?.

—Bueno...

—¡Ni se te ocurra Esther!. —Grito el zorro. —¡Sabes muy bien cuáles podrían ser las consecuencias!.

La coneja solo se reía de lo que era capaz Jaime con tal de que el lobo no lo supiera.

—Ya se... —Dijo aún con ganas de contarle. —Por cierto, soy su mejor amiga y creo que es hora de que le devuelvas el celular o si no hará un berrinche y sabemos perfectamente que no queremos eso.

—Tienes razón... ¡Mucho gusto!.

Esther volvió a escuchar una interferencia.

—Me las vas a pagar estúpido. —El zorro se escuchaba molesto. —Y tu que le sigues el juego. —Ahora se dirigía a la coneja.

—¿Dónde demonios están?.

—En el parque... Cerca de donde me dejó plantado ya sabes quién.

—¡Cierto!, Que bueno que me recuerdas que tengo que golpear a alguien!, Chao.

—¡Coneja, ¡No!...