Capítulo 32: Nox

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Había visto a mi hermano, y al cabo de unos minutos este había desaparecido sin mas. Dejé caer algunas lágrimas más por mi rostro y me volvía hacia April.

— Gracias— le dije de corazón.

April, sorpresivamente, me abrazó. Yo sin saber muy bien qué hacer, le devolví el abrazo.

— Lo siento tanto, Nox— sus palabras me dolieron en la puta alma, porque mi hermano se había ido para siempre.

Luego de unos segundos, sonreí para mis adentros. Lo había visto una vez más, logré hablar con él una vez más y sobretodo logré abrazarlo por última vez. 

Suspiré cuando April y yo nos separamos. Un sonido de notificación se hizo presente e inmediatamente, April sacó su teléfono y lo chequeó.

— Mierda, mis padres— dijo— tengo que irme.

Le dió un abrazo rápido a Gemma y se despidió con su mano de mí. 

— Los veré pronto— dijo, lo que fue mas una promesa que una simple afirmación.

Y fue así como Gemma y yo nos quedamos solos tras la ida de April.

— ¿Nox?

Inhalé antes de girarme a mirarla.

— ¿Gemma?— respondí.

Gemma me miraba con ojos llorosos, jugaba con sus manos nerviosamente. Pocos segundos después de haber establecido contacto, Gemma se lanzó a mis brazos como lo había hecho hace unas cuantas horas antes.

— ¡Cuidado!— dije en voz alta— ¿puedes avisarme cuando hagas eso? Por poco nos caemos de nuevo.

Gemma me observó detenidamente y después dijo:

— ¿No te gustan mis abrazos?

Reí.

— Me encantan, pero nos podemos caer.

Gemma alzó los hombros.

— Es un precio que tendremos que pagar por mis abrazos— replicó sonriendo inocentemente.

La tomé por la espalda acercándola mas a mi cuerpo, y cuando estuvo lo suficientemente cerca, la abracé con fuerza.

— Supongo que tendré que acostumbrarme.

Sentí el cuerpo de Gemma relajarse contra el mío. Y segundos después, unas gotas caer sobre mi hombro.

— Lo extraño— admitió. 

Yo solté otro suspiro. 

— Yo también— afirmé— pero por alguna razón me siento tranquilo. Sé que mi hermano esta bien, sigue... siendo Brayson, y él, ahora esta en paz.

—Lo sé— susurró Gemma despacio.

— Tuve la oportunidad de verlo una vez más— dije en voz alta— eso fue suficiente para mí. 

Gemma se removió entre mis brazos y tuve que incorporarme.

— Brayson estaba orgulloso de ti— me dijo.

Sonreí con mi ego desbordándose de mi ser, era una de esas pocas veces que me sentía imparable. Claro que no lo era, pero tenía lo mío y lo apreciaba.

— Gracias Gemma, por todo. Por buscarme desde un principio para capturar a Caspian. 

Gemma también sonrió.

— Era algo que debía hacer— respondió. 

— ¿Sabes? Cuando Brayson murió, lo primero que pensé fue «debí abrazarlo más fuerte la última vez que lo tuve cerca»— los sollozos se acumulaban en mi garganta y debido a ello mi voz salía rota— y, pude hacerlo.

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