Capítulo 25: Nox

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«Lo siento Nox» la voz de Gemma retumbó en mi mente.

Sorbí por la nariz y pise el acelerador. Metiendo así tercera velocidad. 

Estaba enojado, dolido y por alguna razón con un vació inmenso en mi pecho. Lo había comenzado a sentir desde que mi hermano había muerto; era como si una parte de mi faltara y cuando llegó Gemma sentía un calor extrañamente placentero.

Apreté los labios y lágrimas escurrieron por mis mejillas. Volví a pisar con fuerza el acelerador sin importarme lo que fuera a pasar.

«Dijiste que siempre ibas a estar conmigo» susurraron al unísono la voz de Brayson y Gemma, mis ojos se abrieron lo más que mi cuerpo me lo permitió y frené de golpe; respirando con fuerza para recuperar el aire. 

Escuché varios sonidos de bocinas y uno que otro insulto. Tragué saliva y obligué a mi cuerpo a erguirse para luego volver a manejar. Las lágrimas que seguían cayendo por mi rostro me nublaban la vista así que orille el auto y me deje caer en el volante una vez que el motor estuvo apagado.

Dejé que mis ojos expulsaran todo lo que alguna vez guardaron con tranquilidad, mi pecho subía y bajaba al ritmo de mi respiración. Cerré los ojos y me dejé llevar por los recuerdos del pasado en donde Brayson y yo éramos los protagonistas de la aventura. 

Sonreí por inercia, sin que mis lágrimas se detuvieran.

Siempre le agradecí a mis padres que Brayson fuera tan solo un año menor que yo, ya que mi hermana Elisabet me llevaba diez años y era un tanto complicado.

Brayson siempre quería jugar a los piratas, mientras que yo quería jugar a la escuela o alguna cosa por el estilo. Brayson ponía mala cara y terminábamos haciendo piedra, papel o tijera para saber qué juego era el elegido por el destino para que nosotros lo jugáramos.

Golpeé mi cabeza contra el volante por los recuerdos que me abrumaban, para desaparecerlos. Pero siempre me fue difícil olvidar, y más si se trataba de buenos recuerdos.

Suspiré, pero mi boca aprovechó para también soltar un sollozo que guardaba en lo profundo de mi ser.

— Te extraño— susurré al aire— perdóname.

Más lágrimas cayeron y yo no hice nada para detenerlas.

Brayson había muerto protegiéndome, había dado su vida por mí, para salvarme. Levanté la cabeza de golpe y vociferé:

— ¡¿Por qué carajos no solo me dijiste en lo que estabas metido?!

Aguardé unos segundos, esperando a alguien que me respondiera. Era claro que nadie lo iba a hacer.

— ¿Por qué tuviste que ser tan terco y protegerme de esa manera?— esta vez susurré.

Las lágrimas no paraban de caer.

Y por un momento odie a Brayson como nunca lo había hecho, porque me había abandonado, porque se había ido y yo no podía soportar que fuera por mi culpa.

Solté otro sollozo entre cortado y me cubrí el rostro con ambas manos, como si eso pudiera cubrirme de mi dolor.

«Gemma» su nombre se materializó mi mente. Dejé de cubrirme el rostro y saqué de mi bolsillo mi uña de la guitarra, acariciando la superficie de esta, era algo que me ayuda a calmarme. 

La volví a meter al bolsillo y me recargué en el asiento con los ojos cerrados.

But if you loved me. Why did you leave me?— canté con voz ronca y con el rostro empapado en lágrimas la canción que alguna vez fue la favorita de Brayson. Siempre me obligaba a tocarla en la guitarra mientras él la cantaba, por lo que terminé por aprenderme la letra y la melodía sin quererlo realmente. Pero agradecí por haberlo hecho— Take my body. Take my body.

All I want is, and all I need is to find somebody. I'll find somebody— murmuré, luchando contra mis hipidos que salían de mi pecho. 

Callé. 

Respiré.

Y después Gemma me vino a la mente.

Ya había encontrado a alguien y ella me quería ayudar, quería hacer justicia por Brayson. 

Esbocé una pequeña sonrisa al recordarla en mi mente y después, mi sonrisa se desvaneció. 

«Ella te mintió» dijo una voz en mi cabeza.

Pero yo le fallé a ella, le prometí que estaría siempre ahí y después de todo el esfuerzo que había hecho por Brayson, me aleje.

Le había fallado a Gemma, y no solo a ella, sino a mi hermano. Al ser egoísta y dejarme derrotar por estar dolido.

«Tienes que mostrar tus emociones Nox, no puedo saber cuándo estas bien o mal. Promete que lo harás de ahora en adelante» la voz de Brayson invadió mis oídos y por un momento, pude verlo frente a mí; con su sonrisa arrogante.

Abrí los ojos de golpe y corregí mi postura, para luego encender el auto mas decidido que nunca. Atraparíamos a Caspian, porque si mi hermano arriesgo su vida por protegerme, yo arriesgaré la mía para mantener su memoria viva. 

Porque a Brayson no le gustaría verme de esta manera, y no lo haría.

Limpié mis lágrimas y me dirigí a casa de mis padres. Y luego iría en busca de Gemma, esperando que no fuera demasiado tarde.

Sentí cómo mi cuerpo se relajaba mientras conducía y el viento se estrellaba en la cara. Por un momento me sentí mucho mejor.

Porque al parecer retirarse no significa siempre rendirse. 

Lo haría por Brayson, por mi familia, por Gemma y por mí.


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