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Capítulo 14: April

Me encontraba repasando los temas del libro de valores cuando escuché que tocaban la puerta.

Cerré el libro entre mis manos y alisé mi falda con ellas. Me levanté y esbocé una sonrisa, falsa, por supuesto. 

«A la gente solo le importa que sonrías; no le importa si es falsa la sonrisa»

Al abrir la puerta, mis ojos se encontraron con dos chicos; una mujer de cabello corto, llegándole a los los hombros y un chico de tez morena y cabello ondulado.

— ¿En qué puedo ayudarles?— pregunté.

— Venimos a hacerte unas preguntas— me respondió el chico apretando los labios y metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón. 

Los miré de arriba a abajo con desconfianza.

— ¿Sobre qué, exactamente?— indagué— Hasta dónde sé, no los conozco.

— Sobre Brayson West— dijo la mujer. 

Mis ojos se abrieron de golpe y mi mano que sostenía la puerta comenzó a temblar, me obligué a recuperarme y dije:

— No lo veo desde hace unos tres meses— contesté.

El chico rió con amargura y la chica acarició su espalda.

— Permite que me presente— habló— soy Nox West, el hermano de Brayson.

Me tambaleé hacía atrás.

— Y sabemos que no has visto a Brayson en un buen tiempo, porque él esta muerto— continuó la chica— gracias a Caspian Flynn.

Ellos lo sabían, es decir, claro que lo sabían y unieron puntos y se encontraban en mi casa.

Tragué el nudo de mi garganta y me hice a un lado, dejando suficiente espacio para que ambos cruzaran la puerta. 

— Deberíamos hablar adentro— fue lo único que dije.

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— ¿Gustan algo de beber?— les ofrecí.

Ambos negaron sin mirarme y sentándose en el sillón. 

La chica miró alrededor y después me miró a mí.

— ¿Cuál es tu edad, April?— me preguntó.

Caminé hasta el sofá que estaba frente a ellos y tomé asiento.

— Dieciséis.

Nox miró a Gemma estupefacto y después a mí.

— Dios— susurró.

— Soy Gemma Sawyer— se presentó la chica extendiendo la mano, la cual acepté.

— Encantada.

Vamos se dedicaron una mirada y Nox sacó su celular para jugar un poco con la pantalla y después apagarlo y colocarlo en la mesa del centro del juego de sofás en la sala de estar.

— Bien, April— comenzó Nox remarcando mi nombre— ¿desde cuándo conoces a Caspian?

Reí con modestia.

— Desde que tengo memoria, tal vez desde que tengo cinco o seis años— respondí.

—Entonces supondré que conocías a su hermana Beatrice— aseveró Nox y yo sentí mi sangre congelarse.