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Parte 26

Hospital

Takao estaba ansioso por el repentino comportamiento de sus amigos, el encerrarse los tres en el cuarto de hospital después de darle un gran susto no era una buena señal. Caminaba de un lado a otro esperando noticias, no quería ser imprudente y mucho menos ser tratado de chismoso pero sentía claramente una preocupación que no le dejaba.

Ya que ni su esposo ni nadie le diría nada por el momento decidió ir un por un café o té. En Estados Unidos había una especie de máquina expendedora en la cafetería por lo que decidió ir y averiguarlo por sí mismo.

— ¡Señor!— el destino puede ser algo incierto. Takao miro a quien le hablaba, el chico inmediatamente fue con él, se sintió en la confianza de hacerlo.

— ¡Hola!— no es como si lo recordara del todo pero al verlo acercándose con esa sonrisa le dio algo de ternura.

— ¿Qué hace aquí? — era bastante educado el chico.

—Estoy esperando noticias de un amigo — sonrió —por cierto... ¿Sabes dónde puedo comprar un café? — no estaría mal preguntarle ya que él no sabía donde quedaba.

—Por supuesto — Takeshi vio en el algo de preocupación, seguramente su amigo debía estar muy mal de salud.

Al llegar a la cafetería le indico donde pedir, Takao con buenas intenciones le pregunto si quería algo mas este negó asegurando que recién había comido.

— ¿Trabajas aquí? — se sentaron en una de las tantas mesas para los que quisieran comer algo.

—Sí, solo un rato. Mi situación familiar no es muy buena que digamos —quiso no adentrarse mucho en ese tema.

—Entiendo — apretó un poco su vaso de café...— ¿Y cómo es tu familia? —no supo cómo pero la mirada del chico experimento un cambio radical y hasta sombrío.

—Tengo una buena familia— haciendo referencia a sus hermanos.

— ¿Y tus padres? — refiriéndose a como se llevaba con ellos.

—Ellos creo que están bien — se encontraba algo tenso, generalmente ese tema solo lo halaban Loise, Natsuki y Masaru... incluso Taisei pero él era el más renuente a intentar hablar acerca de ello.

—Todo estará bien, eres un jovencito muy especial — quizá fue porque estaba sensible pero quería que se sintiera un poco mejor por lo que coloco su mano en su hombro, para después darle pequeñas palmaditas.

— ¡Kazunari! — claramente escucho la voz de reproche de su esposo y enseguida volteo.

—Cielos, creo que estoy en problemas — aseguro mientras volteaba a ver que su Shin-chan no entrara por la puerta de la cafetería, cosa que paso en menos de lo que pensó.

— ¿Qué haces aquí? — pregunto al verlo bastante tranquilo.

—Quería un poco de café, además de que la angustia de que nos estuvieran excluyendo me hizo entrar en desesperación — dijo mientras hacia un puchero, no quería admitirlo pero de pronto toda esa preocupación había vuelto.

—No importa, Momoi quiere hablar con nosotros así que hay que ir con ellos — entonces entendió que la hora había llegado, lo que se que se estaban guardando en ese momento sabría que era.

—Hasta pronto cuídate — le dedico Takao de últimas a palabras a Takeshi antes de apresuradamente ir a la habitación de Kuroko. Midorima entendía que estuviera un poco ansioso, después del susto que padeció hace unas horas.

—Adiós — Takeshi no se sentía del todo cómodo junto al hombre grande y de cabello verde, tal parecía que estaba de mal humor o algo por el estilo.