Parte 3

198 26 0
                                    

"Debes olvidar el pasado, para tener un futuro"

Empaco todo en cajas que tenía ya preparadas, la casa estaba totalmente en silencio, esperaba que nadie hiciera una pregunta del porque tenía que empacar en ese momento.

Unas cosas debían ser donadas a la caridad, otras destinadas para quien las necesitara, siguió con su labor de empaque, ya casi la habitación estaba completamente vacía, solo quedaba el color rosa de la habitación que pintaría después.

-Me voy - escucho la voz de su esposo.

-Nos vemos, pediré algo para comer y que lo traigan - dijo con una sonrisa.

-Hasta la noche - respondió yendo hacia la entrada principal de la casa.

Tomo aire una vez más para poder seguir con su trabajo, sentía que ya no faltaba más que empacar, la habitación de su hija al fin estaba vacía.

Contemplo lo rápido que fue el empacar las cosas, fue tan fácil que hasta los recuerdos no pudieron llegar apropiadamente, dejando la ultima caja a un lado de otras frente a la puerta bajo para hacerse el desayuno.

Comió cereal, algo de fruta, con eso bastaba apara esa mañana que simplemente tenía que dar algunas clases de vuelo, llegaría cerca de las 5:00 pm le daría tiempo hacer cosas que necita la casa, hizo una lista para que no se le olvidara.

*Mandar a lavar las alfombras.

*Mandar a la lavar las cortinas.

*Pedir pintura para el cuarto.

*Ir al supermercado.

Guardo el papelito en uno de sus bolsillos del uniforme, ahora que lo pensaba no sabía qué hora era, pero eso era bueno de esa forma no se le haría tarde.

Miro el reloj 9:00 am, ya tenía casi todo listo ese día, se sentía feliz de poder hacer más cosas tan rápido.

Sintió un golpe al notar que en esa casa solo sanaba el reloj que estaba en la pared indicándole que el tiempo no correría como él quisiera, que por más que intentara levantarse un poco más tarde no podría hacerlo ya que la costumbre de este no dejaba que se levantara más tarde.

9:30 am

¡Al fin!, se dijo para tomar las llaves de su auto, sin decir nada más se fue rumbo a su trabajo, necesitaba hacer algo para que su cabeza se despejara por completo, el día rutinario lo alegraba, el ver a todas esas personas que tenia tantos sueños por cumplir lo motivaba a seguir dando clases, todo iba bien hasta que uno de los malintencionados alumnos pregunto.

-Usted es muy joven, ¿Por qué ya no vuela?, ¿A caso le dan miedo las alturas? - el chico era joven e inexperto.

Kise sintió como su corazón se retorcía allí dentro; ¿La razón por la que dejo el vuelo?, aun no podía aceptarlo.

-No, solo que poa ahora prefiero tener los pies sobre la tierra y tenga cuidado porque entre más alto vuele mas fuerte será la caída - su voz sonó dura y con claro resentimiento, su rostro solo podía enmarcar neutralidad, no fastidio, no felicidad, ya no había nada de eso ante las agresiones simplemente ya no respondía.

La clase de ese día termino exitosamente, ya solo quedaba seguir su día normalmente, caminaba como si nada hubiera pasado, iba a todos lados como si todo estuviera bien, no había tenido una oportunidad certera de sentirse un poco mejor dadas la circunstancias.

Llego temprano a su casa como era la costumbre, sin querer reviso la lista que había hecho, para darse cuenta de que como todos los días había olvidado hacer cada una de esas cosas.

HOMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora