Parte 22

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Sentía su cuerpo pesado, no podía distinguir nada a su alrededor, al parecer se había quedado dormido desde hace un rato, entonces comprendió que debía estar soñando, porque en ese lugar, porque ese lugar era...

Se quedo pasmado cuando se sintió eso que se esforzaba tanto en ocultar. El día en que en que se llevaron a su pequeño, como podía olvidarlo si intento con todas fuerzas que no se lo llevaran, quiso intentarlo, lo intento con todo lo que tenia pero no fue suficiente.

— ¡Taisei!—la culpa nunca lo dejaría en paz.

Un alivio de nuevo recorrió su cuerpo cuando despertó de aquel horrible sueño, miro a su alrededor para encontrarse con su esposo que lo estaba vigilando al lado suyo acostado en el en la cama.

— ¿Y lo niños? — no podía preguntar otra cosa, en ese momento era crucial saber donde estaban.

—Están en su habitación, por ahora solo fue un susto. ¿Cómo te sientes? — le preocupaba su salud, ya que jamás se desmayaba sin razón alguna.

—Fue solo la impresión supongo, ¿Lograron encontrarlo? — por la mirada desconsolada supo que no.

—Están buscando, solo que es demasiado difícil, pero Momoi-san vendrá a la cena de hoy y le diremos todo lo que paso, después de todo ella es la encargada de atraparlos — sonrió acariciando su cabeza.

— ¿Y si...? — cosas malas pasaron por su cabeza, no quería ni imaginar qué pasaría si esos tipos se acercaba de nuevos as su hijos.

—No pasara nada, todos estamos bastante confiados en que la policía estará al pendiente de cualquier cosa — quería darle un poco de seguridad, lo que había sucedido era para tomar de nuevo un vuelo de regreso a casa y dejar que la policía se encargara de todo. Pero ellos no se esconderían por siempre, los enfrentarían a toda costa. Principalmente por su pequeño hijo muerto quien necesitaba descansar en paz.

— ¿Ya tienes todo listo? — dijo que era mejor cambiar de tema, no tenía la necesidad de estar hablando sobre esos criminales ni mucho menso cuando se acercaba la cena que tanto había esperado.

—Sí, los gemelos ya están cambiados, solo faltamos nosotros —sabía que había estado durmiendo por mucho tiempo, pero lo bueno era tener a alguien que te apoya en todo.

Se miraron un momento solo para darse un tierno beso, apreciaban mucho la compañía el uno del otro. Hasta que...

— ¡Mamá! — escuchar ambos gritos de ansiedad le trajo de nuevo a la realidad y con eso un fuerte golpe ya que quedo en el suelo por moverse tan rápido.

— ¿Qué quieren? — esta vez no era broma, había tenido un pésimo día, pero al parecer sus hijos no diferenciaban eso y lo sabía. Más cuando ambos se subieron a la cama para verle mejor, es decir el estaba en el suelo. —

—Pensamos que estarías peor. Papá dijo que algo te cayó mal del menú — respondió Ken, por un momento miro a su esposo, los niños no tenían nada que ver en ese asunto del hombre que vio, no necesitaban saberlo.

—Solo fue un pequeño malestar, no es para que exageren — se levanto del suelo, se notaba que tenía unas ganas horribles de tirar todo a su paso, pero se contuvo lo suficiente como para sonreír un poco.

— ¡Ya sé lo que pasa y no intenten ocultarlo!— esta vez fue Kazuma quien grito, para sorpresa de sus padres y hermano quienes consideraban a Kazuma su fuente de tranquilidad.

— ¿Qué? — pregunto su hermano.

— ¡Vamos a tener un hermanito! — a los padres casi les da un infarto, principalmente a Hanamiya que no sabía de dónde rayos habían sacado esa idea de que tendrían un hermano.

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