Fairy Tail - Historias de Altamar, la hermandad Heartfilia

Capítulo 29: Pasado de una Gitana

La Venganza de Santa Lucia

En los pasillos del barco de Fabio Heartfilia se encontraba caminando con lentitud y pesadez cierta maga celestial con una mirada vacía y un dolor que solo ella podía entender, caminando para ir a su cuarto compartido con tal de descansar de la batalla vivida y de un sentimiento de soledad, el sueño me era traicionero y lo único que quería era dormir para olvidar este trago amargo. Lucy se limpio los ojos completamente empapados de sus lagrimas para que nadie de la tripulación se enterara e ingreso a su habitación sin hacer mucho ruido, sin embargo, una chica albina estaba "viendo" por así decirlo en las escaleras del segundo piso con una expresión de preocupación.

-Lucy... ¿Cómo es que alguien tan buena como tu puede tener tanto odio y tristeza?- Quin estaba al tanto de una situación que no está en sus manos pero con las visiones que tenía le resultaba imposible ignorarlas y pensó hablar con ella, aun cuando su capitán le hubiera negado eso, no iba a dejar a una amiga así y sin dejarse ver entró al cuarto de Lucy.

La albina vio que estaba apagada la luz y vio que la chica rubia estaba recostada dándole la espalda a todos aun con su ropa puesta, Quin camino lentamente a donde Lucy estaba sin hacer ruido o eso creía ella...

-¿Quién es?- La voz de Lucy era somnolienta pero algo quebrada, Quin solo se sentó en la otra cama mirando a su amiga rubia.

-Soy yo Lucy, pensé que estabas dormida y vine por unas cosas.- Dijo la chica albina disimulando su mentira para no sentir incomoda a la maga celestial.

-No te preocupes, apenas y trato de conciliar el sueño.- Dijo aun con su voz algo entre cortada y tratando de dormir pero sus emociones en estos momentos no le dejaba pegar los ojos, porque incluso en sus sueños estaba él: Natsu Dragneel. Intento no llorar para no preocupar a Quin pero le fue imposible y soltó unas lágrimas mojando la almohada y buscando quitarse el dolor que tenía, Quin no lo podía tolerar más y no podía ver a Lucy sufrir así.

-No lo conciliaras si estas llorando Lucy.- Las palabras de Quin tomaron por sorpresa a Lucy quien a pesar de su mayor esfuerzo de no preocupar a nadie, no fue suficiente para eludir a la medico del barco.

-Pude sentir tu Chi muy inquieto, con violencia, con tristeza.- Remarcaba la albina gracias a su mirada del Chi, notando que el de Lucy era como cuando se conocieron y solo había un culpable en todo esto, Quin haría lo que fuera necesario para ayudarla en estos momentos.

-¿Un mal de amores?- Quin puso su mano en el hombro de una Lucy que estaba llorando en silencio y que no podía expresar lo que sentía ahora por todo lo vivido en el pasado.

-Vete Quin, por favor, no quiero hablar de eso.- Lucy busco ignorar los hechos y continuar con su dolor actualmente, lo cual Quin no tomo con seriedad.

-Estas evadiendo los problemas en especial los que vienen del corazón, no te hagas eso Lucy que resultaras más lastimada.- La albina busco hacerle ver a Lucy las cosas como eran, un mal de amores era tan mortal como una bala en el corazón pero la maga celestial sentía aun más dolor y agonía, un corazón al cual estaba entregado con toda el alma a Natsu y en un momento a otros se destruyo, las manos de Lucy arrugaron la sabana por el dolor tan intenso que sentía.

-No entiendes, no lo entenderías, por favor Quin vete.- El tono de voz de la rubia casi era violento, no quería más que le recordaran del tema y quería dormir por una sola vez con tranquilidad, Quin tuvo que usar medidas algo drásticas para ella misma, por su pasado tan turbulento.

-Te equivocas Lucy, yo te entiendo, entiendo la parte de entregar el corazón y los sentimientos a una persona que crees conocer, a la que le diste toda su confianza y por el cual quieras gritar su nombre al cielo. Ese dolor en el pecho es tan mortal, que parece que estuvieras muerta en vida...yo lo sé- Una lagrima traicionera salió de los ojos verde pantanoso de la albina, tocándose el pecho abriendo su corazón, Lucy escuchaba con atención y todo describía perfectamente a lo que le pasaba a ella, la rubia volteo a ver a una Quin que lloraba y se limpiaba las lagrimas con tal de seguir o en tratar de ayudar a Lucy por todos los medíos en los cuales...había una historia, la historia de Quin.