Capítulo 28: ¿Qué me pasa?

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Altamar


El rumbo a la isla Minerva era tranquilo tras la batalla que sucedió entre la tripulación de la Venganza de Santa Lucia y el escorpión invernal, las cosas transcurrían con normalidad en el barco, cada uno de los magos se encontraba haciendo sus cosas respectivamente y el anochecer llegaba poco a poco, únicamente con una Lucy Heartfilia mirando el mar sin dejar de admirar su belleza y pensando en varias cosas que pasaban en su mente con respecto a su motivación en esta situación, en especial cuando vio la esencia de Natsu de sus pensamientos, no lo entendía ¿Por qué estaba ahí? ¿Qué quería decir? Después de lo que él le hizo, ya no quería saber nada del Dragón Slayer y solo quería ir por su hijo y vivir una vida normal, pero el alma le torturaba y sus memorias buscaban la respuesta.

-Natsu... ¿Por qué aún sigo pensando en ti?- Lucy tenía la imagen proyectada del Dragón Slayer en el atardecer, buscando la respuesta a lo sucedido en la pelea contra el gran escorpión invernal. Suspiro pesadamente al no tener la respuesta para todo y de la nada fue interrumpida.

-¿Todo bien, Lucy-nee?- La voz tan cálida y calmada de Michelle Heartfilia sacó a Lucy del mar de dudas y ambas se pusieron a ver el anochecer como toda una familia pero aun así, la rubia de cabellos rizados sentía que su prima tenía preocupaciones.

-Michelle, pensé que estabas dormida.- Lucy no sonaba como ella misma por el momento, no se sentía feliz ni triste solo estaba en un estado de meditación, tratando de saber que podía ser todo esto y sorprendida de que Michelle estuviera despierta cuando todos los demás estaban descansando, la chica de cabello rizado evitaba que su sombrero volara por el aire frío.

-A veces me gusta estar en la cubierta de noche, para disfrutar la vista.- Michelle miro al cielo contemplando las estrellas y la luz de la luna que estaba reflejada en el mar, la maga celestial veía el mismo espectáculo e incluso viendo una estrella fugaz, dándole una paz relativa a Lucy.

-Es hermosa.- Decía la susodicha al mirar la luna tan brillante, en una mirada privilegiada que solo unos pocos tenían, Michelle notaba a su prima muy cansada y no era por la batalla, era algo más.

-¿Por qué no vas a descansar? Ha sido un día muy agitado, en especial con ese monstruo atacando el barco.- Expreso Michelle lo que pensaba ante una Lucy que solo se puso a ver al cielo, esperando que las estrellas fueran sus consejeras a esta situación.

-Estaba pensando unas cosas Michelle, es todo.- La maga celestial trato de sentarse de forma correcta en el barco, pero aun con una duda tan grande como el mismo mar ¿Acaso no habría respuesta alguna? ¿No la había?

-¿Tiene que ver con Natsu-san?- La pregunta sorprendió mucho a Lucy quien giro a ver a su prima, Michelle al ver la reacción de la maga celestial sabía que estaba en lo correcto, algo que había pasado en estos últimos dos años con esta situación tan extraña, la maga celestial paso su mano a su pecho sintiendo una punzada algo fuerte, un sentimiento que parecía reprimido hace tiempo volvía poco a poco.

-Me siento...extraña, mi pecho me duele a veces y no me había pasado antes.- Lucy se mordió el labio inferior para que su prima no la descubriera con una mentira, la rubia de cabellos rizados se sentó a lado de la maga celestial preocupada por su comportamiento.

-¿Puedo preguntarte algo, Lucy-nee?- Lucy se giró para ver a su prima con algo de preocupación, sabía a donde iba la pregunta pero no la detenía, parecía que solo quería que la escucharan y supieran del dolor que sentía hace dos años, unos años que perdió con su hijo y que haría lo que fuera para recuperarlos.

-¿Por qué te alejaste de todo? Quiero decir, abandonaste Fairy Tail, a tus amigos y a Natsu-San ¿Qué paso?- Lucy se levantó con cuidado de donde estaba sentada para mirar al mar y en eso sacó una pequeña foto de su bolsillo, en ella estaba él, Natsu. Con Happy y ella misma en una de las primeras misiones que tuvieron, una lágrima solitaria salió de los ojos de la chica de ojos achocolatados, sentía dolor nuevamente.

-Me traiciono Michelle...me uso, me trato como un remplazo, destruyo mi corazón y me violo.- La voz entrecortada de la maga celestial hacía todo evidente, todo era un problema del corazón, uno que se encontraba perforado con un arpón y por más que trataba de sacarlo, solo se hundía más. Michelle se quedó sin palabras, no podía creer lo que decía su prima decía y mucho menos de Natsu, el mismo Natsu que conoció y que sabía que protegería a Lucy sobre todas las cosas, mientras que la chica de ojos achocolatados se limpiaba los ojos para no aparentar debilidad alguna.

-Solo quiero volver por mi hijo e irme sin mirar atrás, quiero alejarme de Natsu para siempre.- La maga celestial comenzó a alejarse de su prima sin mirarla a los ojos, aguantando su sentimiento de frustración y de dolor, además ya estaba cansada y quería dormir. Sin embargo...

-No puedo hacerlo, cada vez que pienso en Lucio lo veo a él, está ahí, mirándome y sonriéndome.- Lucy vagamente recordaba los momentos en los que ambos estaban, las situaciones graciosas, las dramáticas y en donde ambos...parecían estar destinado a estar juntos, pero cada vez eran ensombrecidas por un manto oscuro el cual era reflejado por la traición, el engaño, la oscuridad rodeaba a Lucy y no tenía escape alguno.

-Las peores pesadillas que he tenido han sido por su culpa, pero los sueños más bellos que he tenido en los últimos años ha estado él, no puedo sacarlo de mi cabeza.- Lucy apretó los puños con más fuerza, arrugando la foto al tener que recordar las pesadillas, sintiendo un pequeño alivio al ver que en esas mismas pesadillas él estaba ahí, protegiéndola de todo mal, Michelle no dejaba de ver a su prima así.

-No puedo Michelle, hay cosas que me recuerdan mucho a él y por más que intento odiarlo no puedo. A veces escucho su voz diciendo mi nombre en mis sueños y lo único que puedo sentir...es un vacío en mi pecho.- La rubia trato de mantener su compostura, pero la mescla de sentimientos era muy evidente y trato de avanzar, pero Michelle aún tenía una pregunta más.

-Lucy-nee... ¿Amas a Natsu-san?- Es pregunta detuvo el andar de Lucy, quedándose de pie por unos instantes, la mirada de Lucy creció al instante y el dolor en el pecho se hacía más que presente, las memorias de ella con Natsu pasaron rápido hasta llegar al beso amargo de su último encuentro y nuevamente Lucy sin querer...lloro en silencio.

-Buenas noches Michelle.- Un tono de voz frío salió de sus labios, los cuales mordía y dejaba las lágrimas caer en el barco, no quería saber nada de Natsu por más que le doliera su corazón, estaba confundida y se retiró a su habitación con llanto, Michelle trato de detenerla pero una voz le pidió que no avanzara más.

-Hay que dejarla Michelle.- De las sombras, salía Fabio quien había escuchado todo espantando un poco a la rubia de cabellos rizados.

-Fabio, pero como...

-Lucy en estos momentos está pasando por un momento difícil y no podemos ayudarla, no por el momento.- El capitán de ojos verdes interrumpió a Michelle en estos momentos la situación tenía que ver con Lucy y su comportamiento extraño, el mayor de los Heartfilia sentía la desesperación de su hermana y quería saber que tenía.

-¿Estará bien?-Pregunto Michelle muy angustiada por su prima, mientras la rubia iba a su cuarto.

-No lo sé, pero esta pelea la tiene que luchar sola.- Las palabras de Fabio tenían sabiduría, viendo que esta lucha solo es entre Lucy y un oponente más peligroso que todos los monstruos y magos oscuros: Su duelo contra el desamor.

Fairy Tail - Historias de Altamar, la hermandad HeartfiliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora