Flashback – Once años atrás
En un campo muy amplio, la caravana de los gitanos al que pertenecía Quin seguía su rumbo para encontrar un lugar donde establecerse, Mylair se encontraba en su carreta preparando unas cosas para sus hermanos, la mujer gitana se veía inspirada, mientras que cierta albina ciega "miraba" el lugar por el cual iba pasando, siendo una zona verde en su totalidad, Quin se había adaptado con facilidad a las costumbres gitanas y tenía una bonita familia con Mylair, su pareja no se involucraba, por cuestiones de hombres gitanos pero eso no le incomodaba a la mujer de cabellos rizados, ella sola criaba a Quin, incluso en el arte del tarot y de algo que ella sabe manejar bien: Los elixires o medicina gitana, a lo cual se le ocurrió una idea.
-Ve visto que tienes problemas aun al adaptarte a tu ceguera hija mía, es normal que pase.- Mylair estaba terminando un elixir especial para Quin mientras buscaba una conversación sana con su hija, atrayendo en efecto su atención estándose a su lado, a pesar de que trataba de acostumbrarse a las texturas de los objetos para poder tomarlas o vestirse por algunos ejemplos, ella quería ver el mundo, le causaba mucha impaciencia saber que había afuera, una Quin totalmente a la que sería en unos años más adelante.
-Pero mamá me es incomodo, no puedo ver lo que los demás ven y me siento como un bicho raro.- Decía la albina con muchas palabras y movimientos de manos para que pudiera entender lo que le molestaba y ser la única gitana ciega en la caravana le producía temor de que la juzgaran sin más.
-Todos somos bichos raros Quin, es solo que nadie lo admite y este mundo todos somos diferentes y nadie nos puede quitar esa independencia.- Mylair busco las palabras correctas para explicar su concepto del mundo a Quin quien aun no adoptaba el modo de pensar de los gitanos, aun así, aprendía de su madre y sus hermanos.
-Aun así mamá, me gustaría...verme en el espejo por una sola vez.- Quin solo se imaginaba enfrente de un espejo y luego mirarse en él, Mylair le gustaba ver a Quin sonreír y bailar, su vida se había vuelto tan tranquila e incluso divertida con tener a alguien con quien hablar y cuidarla como su propia hija.
-Vamos Quin, tenemos trabajo que hacer.- Mylair sabía que si se detuvo su carrera, significaba que había encontrado un lugar para poder descansar, la albina solo asintió de forma afirmativa y ambas gitanas bajaron de la carreta para ir a buscar unos ingredientes para el elixir que Mylair le tenía preparado para su hija.
Más tarde ese día
-Y un poco de esto y listo.- Mylair ponía el ultimo ingrediente a su mejor elixir hasta ahora, trabajando de día y de noche para por fin saliera a la perfección con la ayuda de su ayudante e hija, Quin, estaba terminado el elixir de un tono blanco brillante, pero solo había hecho para un solo trago y nada más.
-Huele feo mamá.- Dijo Quin haciendo caras al elixir de su madre, haciéndola reír.
-Pero esto será benéfico para ti Quin, ninguno de mis elixires han fallado antes y no lo harán ahora. Además si quiere aprender a hacer correctamente un elixir debes usar los ingredientes adecuados y el olor es importante. Algunos huele feo como tú dices, pero otros huelen a rosas, es cuestión de apreciación.- Mylair le dio el elixir a la albina para darle su sorpresa.
-Ten tómatelo.- Quin no sabía para que era y no quería averiguarlo, pero su madre es una persona bondadosa y lo tenía que hacer y uno al referirse a bondadosa era que también tenía su carácter tan fuerte como el mismo demonio. La albina aguantando la respiración se pasó el elixir por completo, al contrario de su olor, el sabor era diferente siendo uno muy mentolado lo cual le gustaba mucho a la albina,
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Fairy Tail - Historias de Altamar, la hermandad Heartfilia
FanfictieContinuación directa "Ya no soy lo que era" y "Visiones Oscuras" Lucy Heartfilia tras un combate contra Natsu y revelar la autentica identidad de su hijo, Lucio Heartfilia Dragneel, Ahora no solo esta empeñada a tenerlo en sus brazos sino alejarse d...