Fue una cena bastante entretenida. Angus tuvo que hacer a un lado los pensamientos sucios y eróticos que se atravesaban por su mente cada vez que su mirada se encontraba con Marisa. Estaba hipnotizado con esa mujer, que difícilmente le costaba trabajo apartar sus ojos de ella. Sin embargo, no sólo él estaba embobado con la gracia y el candor de la chica, también el señor Thompson y su esposa estaban encantados con la joven castaña.
Marisa emanaba muy buen humor y buena vibra, se apoderó de la atención de todo los presentes desde que entró en el recinto. ¿Y cómo no hacerlo? Ese sexy vestido rojo la hacía verse como toda una femme fatale, seductora y atrevida. A los ojos de Angus, Marisa era una mujer elegante y orgullosa, con un porte my parecido al de un felino.
Después de cenar y de charlar, se cerró el trato de la compra/venta del casino entre el señor Thompson y Angus en una oficina privada. Las mujeres se quedaron disfrutando de la buena música y charlando animadamente. La señora Thompson estaba atenta a las palabras de la chica, quién le daba muy buenos tips de cocina y alguno que otro consejo culinario mientras jugaban en las máquinas tragamonedas. Marisa no perdió su racha de buena suerte y ganó varias partidas, lo que la dejó bastante satisfecha.
Cuando los hombres volvieron a reunirse con las mujeres, estas se encontraban bebiendo champaña y continuaban con la charla sobre cocina.
-¡Esta niña es un dechado de virtudes! – Murmuró la señora Thompson a su marido – Creo que cocina mejor que yo – Murmuró, al tiempo que su esposo levantaba las cejas.
-¡Nadie puede superarte, querida! – Se rió el hombre halagando a su mujer que presumía de ser muy buena cocinera.
Angus miró a Marisa, la chica no borraba la sonrisa de su rostro. Después se concentró en los señores y les dedicó una leve inclinación de cabeza.
-Mi primer contacto con la cocina fue a los cuatro años – Murmuró la chica – Mi mamá me enseñó a hacer tortillas de maíz – Suspiró – Recuerdo que fue una experiencia muy divertida y difícil de olvidarlo. Después ayudé a mí tío en su taquería y desde ese momento, mi sueño ha sido tener un restaurante – Exclamó – Por ello decidí estudiar gastronomía y convertirme en chef.
-Y estoy segura que realizarás tu sueño, encanto – Murmuró la señora Thompson dedicándole una enorme sonrisa.
La chica también sonrió, después le dedicó una mirada a Angus y se levantó de su asiento al tiempo que tendía su mano al hombre, quién se notaba bastante sorprendido ya que en realidad ignoraba demasiado de ella.
-¿Quieres bailar? – Preguntó Marisa.
-¡Yo encantado! – Dijo Angus poniéndose de pie y tomando la mano de la chica para dirigirse al centro del salón.
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ONE & ONLY [Tom Hardy Fanfic]
Fanfiction-¿Has pensado en mi propuesta, Marisa? - Respondió Angus sujetando el rostro de la chica para besarla con intensidad. Era una propuesta demasiado tentadora, pero ¡no! Era como prostituirse, vender su cuerpo por dinero. Ella no estaba tan desespera...