Marisa iba aferrada a la cintura de Angus, le encantaba pasear en motocicleta. Su padre amaba la velocidad y tenía un par de motocicletas en casa. Cuando Marisa era niña, Jasper solía llevarla a pasear por la playa o dar una vuelta por la carretera. La chica disfrutaba de esos paseos junto a su padre, lamentablemente, debido a la enfermedad del hombre, esos paseos en moto habían desaparecido.
Angus tomó una desviación y entró por un camino de cantera rosada hasta detenerse frente a una hermosa casa de estilo colonial. Las puertas automáticas se abrieron inmediatamente y el vehículo continuó su marcha sobre un camino de piedra hasta detenerse frente a una puerta de madera en forma de arco. La chica descendió del vehículo y se quitó el casco para entregárselo a Angus.
-Dejaré la moto en el garaje. – exclamó el hombre – Me reuniré contigo en unos minutos para entrar juntos en la casa.
Marisa asintió y contempló la fachada de la casa. Le parecía raro que Angus viviera en una mansión estilo colonial, ¡ese estilo era muy mexicano! A la chica le pareció fabuloso, la construcción era hermosa, sobre todo por el uso de arcos en ventanas y accesos, dándole un toque minimalista con la tendencia colonial.
Angus regresó momentos después y la abrazó por la cintura mientras besaba su cuello. Marisa tiritó ante el contacto de los labios del hombre sobre su piel y se dio la vuelta para quedar frente a él y rodear el cuello de Angus con sus brazos y rozar sus labios con los de Blackwood.
-¿Entramos? – preguntó el hombre y antes de que Marisa respondiera la besó con pasión.
-Tu casa es hermosa – Murmuró al separase de él – Me encantaría conocer el interior, porque ¡me he enamorado del estilo! Es un estilo muy mexicano, ¿sabías?
-Lo sé – Sonrió él conduciéndola lentamente hacia la puerta – Me habían sugerido hacerle unas modificaciones a la fachada, ¡pero no quise hacerlo! Pedí que la restauraran tal cual, la casa era antigua, casi todo el interior es nuevo, pero se conservaron las estructuras – Suspiró – Mi madre me la regaló en el último cumpleaños que pasamos juntos...
-¡Qué hermoso detalle! – Dijo Marisa y lo abrazó con más fuerza.
Angus asintió, abrió la puerta e hizo una seña para que ella pasara. La chica caminó lentamente por el vestíbulo, admirándolo. ¡Era impresionante! El estilo colonial se encontraba presente en cada rincón de la casa.
Al entrar en el recibidor, inmediatamente apareció un hombre anciano, pero de porte elegante y sobrio. Era un hombre nervudo que usaba anteojos quién, al verlos se acercó para darles la bienvenida.
-Joven señor Blackwood – Murmuró el hombre – Bienvenido – Sonrió y miró a Marisa, haciéndole una breve reverencia.
-Joao – Murmuró Angus – Ella es la señorita Marisa Davison y me acompañará esta noche a cenar, ¿podrías ser tan amble de pedirle a Valery que ponga la mesa por favor?
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ONE & ONLY [Tom Hardy Fanfic]
Fanfiction-¿Has pensado en mi propuesta, Marisa? - Respondió Angus sujetando el rostro de la chica para besarla con intensidad. Era una propuesta demasiado tentadora, pero ¡no! Era como prostituirse, vender su cuerpo por dinero. Ella no estaba tan desespera...