Angus y Marisa abandonaron la cocina y subieron a toda prisa la escalera para llegar a la habitación. Cuando estaban a punto de entrar, el móvil de Angus comenzó a sonar, el hombre maldijo por lo bajo y se disculpó con la chica para responder la llamada de uno de sus mayores clientes. Marisa sonrió y entró en la habitación, caminó hasta el cuarto de baño para quitarse la bata, cepillar su cabello y lavar sus dientes.
Al salir del baño tomó su celular y respondió a algunos mensajes de Zac y Colette. Realmente no deseaba hablar con nadie, así que sólo deseó buenas noches a sus amigos y se metió a la cama. Estaba muy cansada, pues el viaje había sido agotar y el sexo con Angus la había dejado un poco adolorida. Se mordió el labio al recordar los intensos momentos de ese día, ¡realmente había sido bueno! Y le encantaría repetir la dosis, sin embargo, su cansancio era más fuerte que todo. Marisa lanzó un gran bostezo, se acomodó en la cama y cerró los ojos para quedarse inmediatamente dormida.
Media hora después, Angus entró en la habitación. Sólo la luz de la mesa de noche iluminaba la estancia y le daba un toque lúgubre. El hombre lanzó un suspiro y se sentó sobre la cama para observar a Marisa que dormía profundamente. ¿Por qué tenía que dormir? Él había imaginado que ella lo estaría esperando desnuda y sentada sobre la cama de una manera provocativa e incitándolo a poseerla de una forma salvaje y descontrolada. Pero el hombre se llevó una gran sorpresa al ver que Marisa dormía y que todos sus planes de follar durante toda la noche se habían venido abajo.
Angus se levantó de la cama y también entró en el cuarto de baño para asearse y después de salir de ahí se dejó caer sobre la cama, derrotado. Volvió a suspirar y se metió bajo las sábanas, para su sorpresa, Marisa estaba desnuda, lo que lo puso más caliente que un fogón. El hombre se acomodó junto a ella y la abrazó, el contacto con la piel de la chica le provocó una agradable sensación y comenzó acariciarla. Marisa murmuró algo entre sueños, se dio la vuelta, cubriendo la cadera del hombre con su pierna. Angus sonrió y la estrechó entre sus brazos, cerró los ojos y también se quedó profundamente dormido.
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Marisa se despertó alrededor de las siete de la mañana, el sonido de las olas golpeando las rocas la hizo abrir los ojos. Los rayos del sol comenzaban a iluminar la habitación. Sonrió al mirar a Angus. El hombre la tenía fuertemente ceñida de la cintura y dormía como un bebé, la chica deslizó su mano sobre el rostro de Angus y lo besó varias veces. De pronto se sintió muy emocionada al estar tan cerca de él.
Ella se levantó cuidadosamente de la cama para no despertarlo, se puso unos shorts y una camiseta, cepilló su cabello y lo recogió en una coleta alta antes de abandonar la alcoba. Bajó a la cocina y comenzó a buscar los ingredientes necesarios para preparar un rico desayuno. Sonrió al encontrar lo necesario en la alacena y se dispuso a prepararlo todo. Sería algo sencillo y seguramente Angus quedaría encantado con ello. Se le ocurrió también que podrían salir a desayunar a la playa, la vista de allá afuera era magnífica; el sol brillaba, no había viento y el mar azul estaba en calma.
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ONE & ONLY [Tom Hardy Fanfic]
Fanfiction-¿Has pensado en mi propuesta, Marisa? - Respondió Angus sujetando el rostro de la chica para besarla con intensidad. Era una propuesta demasiado tentadora, pero ¡no! Era como prostituirse, vender su cuerpo por dinero. Ella no estaba tan desespera...