NUEVE

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Angus y Marisa abandonaron la cocina y subieron a toda prisa la escalera para llegar a la habitación

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Angus y Marisa abandonaron la cocina y subieron a toda prisa la escalera para llegar a la habitación. Cuando estaban a punto de entrar, el móvil de Angus comenzó a sonar, el hombre maldijo por lo bajo y se disculpó con la chica para responder la llamada de uno de sus mayores clientes. Marisa sonrió y entró en la habitación, caminó hasta el cuarto de baño para quitarse la bata, cepillar su cabello y lavar sus dientes.

Al salir del baño tomó su celular y respondió a algunos mensajes de Zac y Colette. Realmente no deseaba hablar con nadie, así que sólo deseó buenas noches a sus amigos y se metió a la cama. Estaba muy cansada, pues el viaje había sido agotar y el sexo con Angus la había dejado un poco adolorida. Se mordió el labio al recordar los intensos momentos de ese día, ¡realmente había sido bueno! Y le encantaría repetir la dosis, sin embargo, su cansancio era más fuerte que todo. Marisa lanzó un gran bostezo, se acomodó en la cama y cerró los ojos para quedarse inmediatamente dormida.

Media hora después, Angus entró en la habitación. Sólo la luz de la mesa de noche iluminaba la estancia y le daba un toque lúgubre. El hombre lanzó un suspiro y se sentó sobre la cama para observar a Marisa que dormía profundamente. ¿Por qué tenía que dormir? Él había imaginado que ella lo estaría esperando desnuda y sentada sobre la cama de una manera provocativa e incitándolo a poseerla de una forma salvaje y descontrolada. Pero el hombre se llevó una gran sorpresa al ver que Marisa dormía y que todos sus planes de follar durante toda la noche se habían venido abajo.

Angus se levantó de la cama y también entró en el cuarto de baño para asearse y después de salir de ahí se dejó caer sobre la cama, derrotado. Volvió a suspirar y se metió bajo las sábanas, para su sorpresa, Marisa estaba desnuda, lo que lo puso más caliente que un fogón. El hombre se acomodó junto a ella y la abrazó, el contacto con la piel de la chica le provocó una agradable sensación y comenzó acariciarla. Marisa murmuró algo entre sueños, se dio la vuelta, cubriendo la cadera del hombre con su pierna. Angus sonrió y la estrechó entre sus brazos, cerró los ojos y también se quedó profundamente dormido.

*****

Marisa se despertó alrededor de las siete de la mañana, el sonido de las olas golpeando las rocas la hizo abrir los ojos. Los rayos del sol comenzaban a iluminar la habitación. Sonrió al mirar a Angus. El hombre la tenía fuertemente ceñida de la cintura y dormía como un bebé, la chica deslizó su mano sobre el rostro de Angus y lo besó varias veces. De pronto se sintió muy emocionada al estar tan cerca de él.

Ella se levantó cuidadosamente de la cama para no despertarlo, se puso unos shorts y una camiseta, cepilló su cabello y lo recogió en una coleta alta antes de abandonar la alcoba. Bajó a la cocina y comenzó a buscar los ingredientes necesarios para preparar un rico desayuno. Sonrió al encontrar lo necesario en la alacena y se dispuso a prepararlo todo. Sería algo sencillo y seguramente Angus quedaría encantado con ello. Se le ocurrió también que podrían salir a desayunar a la playa, la vista de allá afuera era magnífica; el sol brillaba, no había viento y el mar azul estaba en calma.

ONE & ONLY [Tom Hardy Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora