Marisa entró en la alcoba, la chica arrastraba los pies, arrojó el bolso al piso y se dejó caer sobre la cama. ¡Estaba exhausta! Ese día había presentado su examen final de gastronomía que consistía en una prueba escrita y de forma oral. Para finalizar, el grupo de estudiantes fue dividido en equipos y tuvieron que preparar un banquete. Durante toda la tarde estuvo muy atareada trabajando junto a sus compañeros. Pese a todo, su esfuerzo había valido la pena ya que su equipo fue de los más elogiados por su técnica, velocidad de preparación, sabor y presentación de los platillos.
La chica suspiró y cerró los ojos, de pronto el cansancio desapareció, ¡estaba contenta! Su esfuerzo había valido la pena ya que obtuvo una excelente nota. Marisa volvió a suspirar, a pesar de esa satisfacción y esa alegría, sentía que algo le faltaba para que todo pudiera ser perfecto.
Debido al exceso de trabajo, Angus no estuvo presente en ese momento tan importante para ella y aunque sus padres y sus amigos estuvieron acompañándola, había necesitado de su apoyo. Angus habló con ella por la mañana, inyectándole todos sus ánimos, le dio muchos consejos, la besó, la abrazó, se disculpó mil veces por no poder acompañarla y le deseó la mejor de las suertes. Sin embargo, eso no fue suficiente, Marisa se sentía vacía, como si le hubieran arrebatado la mitad de su alma y ahora, Angus ni siquiera estaba en casa como ella lo esperaba. Si al menos la hubiese recibido con un abrazo y un beso, ella estaría totalmente feliz; con suerte lo vería al día siguiente pero ya no iba a ser lo mismo.
Marisase levantó de la cama y de mala gana entró en la ducha, necesitaba un baño relajante y después bajaría a cenar algo ligero, necesitaba dormir un poco y descansar después de esa dura jornada para recuperar algo de fuerzas. Se aseó y entró en la tina; no supo cuando se quedó dormida, pero al abrir los ojos, escuchó los acordes de una canción de Queen.
Ella salió rápidamente de la tina, envolviéndose en la afelpada bata de color blanco y salió del baño. Angus se encontraba de pie junto a la cama, dedicándole una encantadora sonrisa. Sobre el buró se encontraba un enorme ramo de flores y sobre la cama había un vestido rojo con bustier, tirantes y un escote muy pronunciado.
-¡Angus! – Gritó Marisa y se arrojó a los brazos del hombre mientras lo besaba de forma salvaje y apasionada - ¡Me hiciste mucha falta! – Gimió y un sollozo escapó de su garganta.
-No, no – Murmuró el hombre – No llores, por favor – Suspiró estrechándola entre sus brazos – Nada de llorar, ¿de acuerdo? – Exclamó y sujetó el rostro de la chica con ambas manos – Lamento no haber podido acompañarte – Sonrió Angus y limpió una lágrima que corría por la mejilla de la chica - ¡Pero ya estoy aquí! así que, vístete porque tú y yo vamos a celebrar.
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ONE & ONLY [Tom Hardy Fanfic]
Fanfiction-¿Has pensado en mi propuesta, Marisa? - Respondió Angus sujetando el rostro de la chica para besarla con intensidad. Era una propuesta demasiado tentadora, pero ¡no! Era como prostituirse, vender su cuerpo por dinero. Ella no estaba tan desespera...