ONE & ONLY [Tom Hardy Fanfic]

TREINTA Y TRES

Owen escuchó la voz de Angus que retumbó como un trueno en sus oídos y se sobresaltó, ¡estaba furioso! Pero a él le favorecía esa situación, ¡lo había logrado! Por fin sus planes habían salido a pedir de boca y la pareja perfecta ya no era tan perfecta cómo aparentaban. El muy cínico todavía se tomó la molestia de acariciar el trasero de Marisa y de volver a besarla en los labios antes de que Angus se acercara a él y lo sacara a rastras de la cama, lanzándolo al piso de la habitación.

-Te pregunté desgraciado, ¿qué carajo está pasando? - gritó Angus mirando con odio el rostro de Owen que le sonreía con burla.

En ese momento, Marisa regresó de su desmayo, había tenido una especie de pesadilla en donde Owen la tocaba y... la chica abrió los ojos y miró a su alrededor, Angus se encontraba de pie junto a la cama, mirándola con una mezcla de odio y decepción. La chica no comprendía la razón por la que Angus la miraba de esa manera, hasta que se dio cuenta que se encontraba completamente desnuda sobre la cama y que Owen, ¡el maldito de Owen! trataba de ponerse en pie.

-¡Deberíamos decirle, mi amor! - Dijo Dickson conteniendo la risa mientras que Marisa lo miraba cómo si no comprendiera - Debes decirle cuál era la sorpresa que le tenías preparada.

-¡Cállate de una buena vez! - Gritó Marisa aún sin entender del todo la situación en la que estaba - ¡No sé de lo que hablas!

-¡Pero si hacía un rato no decías eso! - Murmuró Owen y comenzó a reír - Me comentaste que hablarías con Angus para mandarlo al diablo, ¡que ya no quieres estar con él porque deseas estar conmigo!

-¡No es verdad! - Gritó Marisa mirando a Angus, quién evitó mirarla a los ojos - ¡No le creas, ¡no lo escuches! - Murmuró la mujer mientras se levantaba de la cama.

Angus la observó con pena y dolor profundo, Marisa se encontraba completamente desnuda, ¡no podía creerlo! Se burló de él frente a sus ojos y él como un idiota no se dio cuenta de la verdad.

La chica sintió la mirada penetrante de Angus sobre ella, su rostro enrojeció de vergüenza y se cubrió con una manta. Después miró a Owen, que ya se había puesto los pantalones y estaba dispuesto a huir como la rata cobarde que era.

-¡Maldito desgraciado! - Gimió Marisa y se abalanzó sobre Owen para golpearlo y arañarle el rostro - ¡Eres un cerdo! Te aprovechaste de mí, de mi vulnerabilidad porque yo...

-¡Soy como tú, nena! - Rió Dickson a carcajadas - Pero cuando me diste esa mamada no pensaste que me aprovechaba de ti, ¿verdad?

-¡Eres un...! - Gritó Marisa, pero no pudo terminar su frase, pues Angus se lanzó sobre Owen y le dio un puñetazo en el rostro que lo hizo escupir sangre de la boca.

Angus estaba realmente enfurecido, ¡deseaba matar a Owen! Deseaba desaparecerlo de la faz de la tierra y hacerlo que se tragara cada una de sus palabras. Miró a Owen tambalearse, buscando apoyo en la pared y de nuevo se abalanzó sobre el hombre para llenarle el rostro y el estómago con golpes. Owen ni siquiera pudo defenderse, Angus lo golpeaba con saña y odio. Sus golpes eran certeros y contundentes que no le permitían ni siquiera defenderse.