Marisa abrió los ojos muy lentamente, bostezó y se dio la vuelta sobre la cama, incorporándose rápidamente al escuchar un maullido lastimero, ¡había aplastado a Cronos! El gato la miraba de manera acusadora, mientras ella reía a carcajadas, tomándolo entre sus brazos para acunarlo como si fuese un bebé.
-¡Lo siento chiquitín! – Dijo la chica besando al minino – Pensé que estaba en mi cama – Rió y miró la estancia, buscando a Angus – Por cierto, ¿en dónde está tu padre? – Preguntó dejando al gato sobre la cama.
El gato dio media vuelta y saltó fuera de la cama, corriendo hacia la puerta y desapareciendo de la habitación. Marisa se sentó sobre la cama y miró en dirección de la mesa de noche. Sobre esta se encontraba una rosa y una nota, la chica tomó la flor, oliéndola y dejó escapar un suspiro. Era un detalle pequeño, pero hermoso, volvió a suspirar y comenzó a leer la nota que Angus había dejado para ella donde le deseaba buenos días y que no se preocupara si no lo encontraba en la habitación ya que estaría haciendo ejercicio como cada mañana.
Marisa sonrió y comenzó a desnudarse, se daría una ducha antes de que Angus regresara de hacer ejercicio. Soltó su cabello lo cepilló y se miró en el espejo de cuerpo entero, repasando sus curvas con las manos. Buscó su ropa y la dejó sobre el sillón antes de dirigirse hasta el cuarto de baño y cerrar con un portazo. La chica se estremeció, había cerrado con más violencia de lo habitual. Abrió las llaves y dejó que corriera el agua para entrar en la ducha y dejar que el agua caliente mojara su cuerpo desnudo.
Angus salió del gimnasio y caminó velozmente hacia su habitación. Esperaba que Marisa aún estuviera dormida, así podría despertarla con un beso y... sonrió de manera perversa mientras abría la puerta de la habitación, sin embargo, la sonrisa se borró de su rostro al encontrar la alcoba vacía y sin rastro de la chica, ¿dónde carajo se había metido? Se preguntó el hombre deteniéndose a la mitad de la estancia.
El hombre dio media vuelta, buscaría a Marisa en la planta baja, seguramente ya se encontraba desayunando, pero se detuvo a mitad del camino al escuchar el sonido característico de la ducha. ¡Marisa se encontraba dentro! Rápidamente se desnudó e instantes después, abrió la puerta del baño y la cerró con suavidad.
Marisa escuchó que la puerta se abría y una mano grande y ancha corrió la cortina de la ducha con un suave murmullo. Angus apareció esbozando esa maravillosa y traviesa sonrisa que logró que las piernas de la chica se volvieran de gelatina. Ella también sonrió al notar ese brillo de lujuria que apareció en sus hermosos ojos. Suspiró al sentir en su vientre la punzada del deseo. El sólo hecho de ver a ese hombre lograba que se su sangre se encendiera, poniéndola al rojo vivo.
Angus permaneció de pie, mirando a la chica de manera perversa, Marisa le devolvió la mirada mientras sus manos comenzaron a jugar con su cuerpo, deslizándolas con sensualidad por sus brazos, su cuello, sus hombros y sus pechos, apretándolos y tirando de los pezones que comenzaban a endurecerse. Suavemente, descendió por su vientre hasta su pubis... lentamente los dedos femeninos se dirigieron hasta su sexo palpitante y lubricado; abriéndolo con delicadeza al tiempo que de sus labios entreabiertos se escapó un suave gemido. Su pelvis se frotó contra su mano, moviendo la cadera y arqueando su espalda para recibirlos, deslizándolos por sus pliegues, su clítoris, hasta su interior.
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ONE & ONLY [Tom Hardy Fanfic]
Fanfic-¿Has pensado en mi propuesta, Marisa? - Respondió Angus sujetando el rostro de la chica para besarla con intensidad. Era una propuesta demasiado tentadora, pero ¡no! Era como prostituirse, vender su cuerpo por dinero. Ella no estaba tan desespera...