-¡Papá! – Gritó Marisa desde la sala - ¿Ya estás listo? – Preguntó saliendo del lugar para mirar hacia la escalera.
Angus sonrió al escuchar cómo se dirigía Marisa a su padre, le gustaba saber que ambos se llevaban muy bien y que ella lo tratara como si fuera su propio padre. De sobra sabía que su padre siempre había deseado tener una hija y en ocasiones le recriminaba el hecho de no haber nacido mujer, ¡pero él no tenía la culpa! Con el tiempo, Algernon se hizo a la idea de que jamás volvería a tener más hijos y ahora, al conocer a Marisa; parecía que su sueño de tener una hija se había vuelto realidad.
-¡Voy! – Gritó Algernon – No puedo anudarme la corbata, ¡estas torpes manos con artritis!
Marisa subió corriendo la escalinata, seguida de Angus y juntos entraron en la habitación del anciano quién se encontraba de pie frente al espejo.
-¿Por qué no me dijiste? – Preguntó Angus – Déjame fajarte esa camisa y arreglarte la corbata.
-Ya soy un viejo inútil – Murmuró Algernon frunciendo el ceño.
-¡No digas eso, papá! – Exclamó la chica - No eres un viejo inútil, ¡no vuelvas a decir esas cosas!
Algernon estaba a punto de replicar, pero Angus lo hizo guardar silencio, apoyando el argumento de la chica, arregló a su padre e incluso lo peinó y perfumó. Cuando terminó le dio un beso en la frente, ofreciéndole el brazo para salir de la habitación.
-¡Quiero una foto de ustedes dos, par de galanes! – Gritó Marisa desde el umbral mientras sacaba su móvil y comenzaba a hacer varias fotos – Van a alborotar a todas las señoras y señoritas de la fiesta – Dijo y comenzó a reír, logrando que ambos hombres también se rieran.
-Eso dice ella, pero creo que no se ha visto en el espejo – Murmuró Algernon a su hijo y le guiñó el ojo – No vayas a dejar que te la quiten, porque dudo que vuelvas a encontrar una chica como Marisa.
-Tienes razón – Exclamó Angus – Ella es única.
Marisa giró el rostro y se puso colorada. Angus la miraba fijamente y de manera penetrante, como si deseara leer sus pensamientos. Ella trató de sostenerle la mirada, pero le fue imposible, lo que hizo que su rostro enrojeciera más, obligándola a abandonar la habitación antes que los hombres y murmurando una excusa.
-Los espero en el auto – Dijo la joven – Iré a cerciorarme que no olvidemos los regalos para mi prima – Murmuró alejándose a paso veloz.
-No la dejes ir – Insistió Al.
-Irá a revisar los...
-No estoy hablando de eso, no seas tonto – Murmuró su padre – Ya tienes más de treinta y cinco años, Angus, ¡ya no eres un niño! – Bufó el hombre – Yo me estoy haciendo viejo y un nieto me contagiaría la alegría otra vez...
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ONE & ONLY [Tom Hardy Fanfic]
Fanfiction-¿Has pensado en mi propuesta, Marisa? - Respondió Angus sujetando el rostro de la chica para besarla con intensidad. Era una propuesta demasiado tentadora, pero ¡no! Era como prostituirse, vender su cuerpo por dinero. Ella no estaba tan desespera...