Capítulo 9: Bienvenida Agridulce

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Pov. Narrador

En una habitación, una bella joven de cabello rojo abría sus ojos después de descansar, extrañada se enderezo y examino el lugar donde estaba. Aun no podía creer que estaba en su cuarto, había vuelto a su hogar, el viaje había sido agotador y lo primero que deseo fue dormir en su cama en cuanto legaron al castillo. Mitsuhide la había acompañado para asegurarse de que estuviera bien.

Estirando sus brazos en alto, relajo su cuerpo, volteo a ver el sol que salía por el horizonte. Anunciando el inicio de un nuevo día.

Saliendo de las cómodas sabanas fue a alistarse y asearse para empezar su día de trabajo. La emoción corría por su cuerpo, imaginaba que el rumor de su regreso ya estaría dando vueltas en el castillo, no le importaba mucho, solo esperaba el momento de ver a sus amigos. Ordeno la cama y se puso su uniforme, salió del cuarto y serró con llave, emprendió el camino a la farmacia.

Con una sonrisa abrió la puerta de la oficina de Garaku, los ojos se posaron en ella, el primo en moverse fue un chico que parecía tener su misma edad y correr a abrazarla.

-¡Shirayuki estas bien! -expreso con alegría el aprendiz.

-Si - se separa con una sonrisa y mira sus superiores - Me da gusto estar de vuelta.

-Bienvenida Shirayuki-san - recito con una sonrisa la jefa farmacéutica.

La herbolaria acepto con alegría las palabras cálidas de sus amigos hasta que sus ojos se encontraron con los de un niño que la observaba.

-Ryu -lo llamo y este pareció salir de su shock. Ella se acercó y tomo sus manos pequeñas y expertas en las yerbas, tomándolo por sorpresa, un suave sonrojo se apodero en las mejillas del niño.

-Bienvenida - logro decir con una pequeña sonrisa pero genuina. Ganándose una suave risita dulce de parte de su aprendiz.

-Shirayuki - la llamo la mujer a su lado y la joven soltó las manos de su maestro para prestarle atención a su superior - Sé que fue un momento difícil pero hay trabajo - se aparta rebelando cajas con carpetas y plantas, una gotita de sudor caía por la frente de la pelirroja, la jefa tomo sus manos - te lo dejo en tus manos.

No se sorprendió cuando la habitación quedo vacía, quedando sola, soltando una suave risita miro las cajas con determinación mientras arremangaba las mangas de su uniforme.

-Muy bien, a trabajar.

Había olvidado lo bien que se sentía estar rodeada por lo amaba y con las personas que la rodeaban. Guardo las carpetas por orden en los estantes y una vez término llevo consigo la caja con yerbas para llevarlas al almacén y clasificarlas.

De un modo era gratificante volver a su trabajo, le gustaba, pero había algo extraño. Se había acostumbrado al despertar tener la dorada mirada de su secuestrador o la mera presencia de que estaba. Se preguntaba, ¿cómo estaría?

En el palacio el segundo príncipe firmaba los nuevos documentos que sus asistentes le habían entregado, Kiki leía uno de los documentos, mientras Mitsuhide guardaba unos libros.

-¿Qué aras con ese tipo?

Zen miro a su hombre de confianza con una ceja levantada.

-Lo traje para mantenerlo vigilado - respondió terminado de firmar y levantarse de la silla - Iré a ver a Shirayuki

Kiki aparto la mirada de las hojas escritas para fijarse en el príncipe.

-Vuelve antes del almuerzo.

-Lo are.

Las puertas se cerraron dejando solos a los dos compañeros, ambos se miraron, dejando lo que hacían para acercarse al balcón y observar desde lejos al joven que antes había salido.

Tú Me Salvaste© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora