Capítulo 23: Un Nuevo Paso

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Pov. Shirayuki

Cepillaba mi cabello mientras veía mi reflejo en el espejo, habíamos llago a la atardecer al punto, hoy partiríamos a Tambaru. Tome el broche del cabello y lo coloque por encima de mi oído, la pluma rosaba la piel de mi mejilla, lo que me hacía cosquillas. 

Revise mi apariencia y asentí al estar conforme con mi trabajo, fui a abrir la puerta, el carruaje ya debía de estar preparándose. Al pajar la escalera me detengo al encontrar a Obi al final. 

-Obi, buenos días.

-Buenos días damita.

Se veía guapo con su uniforme nuevo, realmente lo hacía lucir diferente, él extendió su mano para ayudarme a bajar los últimos escalones. 

-Sabes, ese tipo de vestidos te queda muy bien – dijo con una sonrisa y sentí como mis mejillas empezaban a arderme.

-¿Eh?, ¿de verdad?

Su rostro se contrajo en sorpresa por unos segundos y una sonrisa se deslizo por sus labios y el dorado de sus ojos se convirtió en miel. 

Nos reunimos en la sala comedor para desayunar junto a lord Haruka, antes de su partida seguía dándome instrucciones que había aprendido en las lecciones de etiqueta. El ambiente era tranquilo como si nunca el marques hubiera negado mi estrada al castillo, ya hacía tiempo.  

Nos reunimos afuera una vez los carruajes estuvieron preparados para partir.

-Nos vemos – dijo el señor Haruka sin soltar su presión seria – Recuerde no quedar en vergüenza, lleva consigo el respeto del reino de Clarins.

Asentí – Que tenga un buen viaje de regreso a Wistal, lord Haruka. 

Él me dio una mirada que me decía lo que no dijo en palabras. Me di un segundo para respirar de nuevo una vez el carruaje empezaba a alejarse.

-Él es tan recto – escuche decir a Obi que había estado a mi lado. 

No podía decir nada a su comentario, el duque solo hacia su deber por su reino. Pero su mirada me advertía que tuviera cuidado. 

Giro a ver el puesto de control que separaba las tierras de los dos países.

-Entremos a Tambaru.

Subo al carruaje y me relajo soltando un suspiro, por la ventana podía ver a Obi subir a su caballo, me imaginaba que desearía cabalgar hasta el castillo ya que había estado incomodo dentro del carruaje y no era por las incesantes miradas del duque al reclamarle que prestara atención.

Acaricio el broche en mi cabello para calmar mis nervios y giro a ver por la ventana al sentir más los rayos del sol de la mañana, me acerque al cristal admirando desde lejos la ciudad. Sonrió al ver humo aun que salía por las chimeneas de las casas hogareñas a su alrededor. Los vendedores abriendo sus negocios. Podía recordar cuando recorría sus calles junto a mis abuelos. 

El sonido de las ruedas detenerse junto a los caballos me avisaron que habíamos llegado, la puerta se abrió y Obi me ayudo a bajar cediéndome su mano. Para mi alegría sus heridas habían sanado tan solo dejando una marca que se iría con los días.

El sonido de las lanzas de los guardias colocados en los costados de la entra, un hombre se acercaba, su expresión carecía de emoción mas solo era recto. Pero ya lo había visto, por lo que sabía que era el asistente del príncipe Raj.

-Gracias por esperar señorita Shirayuki – dijo haciéndose a un lado y mostrarnos el camino – Yo los llevare con el príncipe Raj, por aquí.

Tú Me Salvaste© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora