Capítulo 14: Desiciones

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Pov. Shirayuki 

¿Boda?

Ciertamente era normal que el segundo príncipe de Clarins debía casarse con una princesa o alguien que tuviera alto rango social y le diera al reino grandes expectativas. Yo o poseía nada de eso.

Sabía que no debía de tener esperanzas o a verme enamorado de Zen. El jamás se fijaría en una plebeya. 

Limpio mis lágrimas a la fuerza y me obligo a ser fuerte. Zen era un príncipe y esto era lo mejor, yo no podría darle mucho, lo mejor que podía hacer era olvidar este sentimiento y seguir para convertirme en herborista de la corte como deseo. 

Entro al baño y abro la llave del agua de la bañera y me permito relajar mi cuerpo en la cálida agua, había agregado unas hojas de jazmín para perfumar el ambiente, era la mejor manera de recibir el día. 

Sentía cansados mis ojos y seguro estarían rojizos e hinchados, la noche anterior había llorado hasta que el sueño me venció, debería maquillar un poco las líneas azules qué habían aparecido debajo de mis ojos. No podía permitir que Ryu o alguien las viera.

Al salir del baño me pune el uniforme que había dejado ordenado en la silla junto al escritorio, las botas al final, y cepille mi cabello para librarlo de algunos enredos de la mañana. Oculte las sombras de mis ojos con un poco de maquillaje, aunque no podía ocultar lo opacos que se veían hoy por la falta de sueño. Tomando un fuerte bocado de aire, salí de mi cuarto, cerrando bien.

Al llegar a la oficina salude a Ryu como todos los días y le lleve el desayuno para que comiéramos juntos. Se había vuelto una tradición para nosotros. Por suerte nadie había notado mi falta de sueño.

Parecía ser un buen día hoy, el sol brillaba en lo alto del cielo azul, muy pocas nubes pasaban esta vez. 

-¿Ryu y si comemos afuera? – volteo a verlo y el despega la mirada del papel en el que escribía. Siempre le había gustado escribir en grandes pliegos en el suelo – Podemos invitar a los demás también.

-Suena bien – contento guardando la pluma y tapando el tintero.

Asentí contesta con la idea, le eche un vistazo a la maceta en la que había plantado y sonrió al ver como un brote empezaba a crecer, la regué un poco para que siguiera creciendo sana.

-¿Alguien dijo comer?

-¡Obi! – sonrió al verlo apoyado en la ventana – Vamos a comer en el jardín, ¿quieres venir?

-Claro – una sonrisa se forma en sus labios. Se desliza por la ventana hasta que está dentro y sus ojos se posan en Ryu - ¿Qué haces pequeño Ryu?

-Un resumen de la flor de saúco y sus posibilidades curativas – se dignó a responder envolviendo el papel grande. Lo sujeta y se pone de pie.

-Además de bella es empleada como remedio para calmar la tos y periodos de gripes – agregue pensando en las palabras de mi maestro.

Ryu asintió con una sonrisa. No podía pasar por alto las enseñanzas de él porque cada anotación que hacía era algo nuevo que podía aprender que no sabía ayer.

La puerta se abrió rebelando a la jefa Garak junto a Yatsufasa.

-Veo que han terminado – mira a Obi - ¿Quieres acompañarnos Obi-kun?

-Si insiste – una sonrisa burlona se apodera de su rostro, llevándose las manos por detrás de su cabeza.

-El día está lindo para hacer un picnic jefa – opine esperando la aceptación de los demás.

Tú Me Salvaste© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora