Capítulo 28: Amigos

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Pov. Narrador 

En el cielo azul de la mañana apenas pasaban unas subes en el océano azul, la ciudad de Tambaru ya había despertado, al igual que el castillo, la tranquilidad había vuelto. Habían ciertos rumores de como el príncipe heredero había ayudado a salvar a la joven que había invitado. Al poner un pie Shirayuki en el palacio los primeros en saludar y recibirla con los brazos abiertos fueron los gemelos Shenazard.

Después de cambiarse, ahora se encontraban en una sala, Obi y Shirayuki estaban sentados frente al padre de la chica y el chico lindo a su lado. 

-Uh, déjame presentarme oficialmente – dijo el hombre – Soy el jefe de los Leones de la Montaña, Mukaze y también el padre de Shirayuki.

-Sí, es difícil de creer – hablo el joven moreno que trataba de asimilarlo en su mente. 

-Sí, pero me alegra que estés bien, papá.

-Supuestamente estoy muerto pero me tomo por sorpresa que supieras quien era yo.

A más de uno le había sorpredido lo que había dicho la herborista en la mañana.

-En realidad, mis abuelos me contaron que estabas vivo y – se detuvo pero siguió – una noche te vi cuando fuiste a la caverna.

-Ah, ¿en serio? – lo que Shirayuki asintió – Ya veo, aunque ya me lo imaginaba, tus abuelos no eran personas que se mantendrían callados – decía mientras masajeaba su barbilla con una media sonrisa dibujada en su rostro – Eres como tú madre, tu cara y tu voz son exactamente las mismas que las de ella. 

Los ojos de la pelirroja de abrían con sorpresa pero se relajaba ante el cálido sentimiento que la invadía. 

-Mi prometida, tu madre, se iba a casar con mi tío y cuando la traje de vuelta, fui alejado – explicaba manteniendo la mirada fija en su hija y el chico que la acompañaba.

-¿Fuiste empujado de tu tierra natal? – pregunto una muy atenta Shirayuki.

-Sí, no podíamos quedarnos mucho tiempo en el mismo lugar, huimos y los Leones de la Montaña nos alojaron – su sonrisa se extendió – Un tiempo después naciste tu – a él le gustaba ver el brillo en los ojos de su hija pero su mirada se posó en la mesa pequeña que los dividía – Pero entonces, tu madre murió…no pensé que sería bueno criarte entre vagabundos, siendo perseguida por el peligro – hablo con la mirada perdida – Así que es por eso que te lleve con tus abuelos mientras aun eras pequeña.

-S-saben el viejo cuando se enteró que dejaste el país, él te busco por todos lados – hablo por primera vez el joven de cabello rubio – Él quería saber cómo estabas – su voz se apaciguaba lentamente – el viejo me salvo y al llegar aquí escuche de ti, después el príncipe Raji vino a pedirnos ayuda y nos dijo que podríamos conocerte.

El príncipe Raji le había mostrado mucho y dado la oportunidad de visitar su ciudad natal y le daba el regalo de conocer a su padre. Shiayuki no sabía cómo sentirse, muchas emociones viajaban por sus ser.

-Me alegra poder verte papa y conocer de ti y mama.

-Si quieres puedes venir a vivir con nosotros a la villa – propuso Kazuki. 

-Lo siento.

-¡Eso fue rápido!

-Pero gracias, en serio – le sonríe al chico – Aprecio este reino y la gente que vive en él, por eso quiero estar en Clarins.

Mukaze levanta la mirada y ve la clara dedicación y cariño en los ojos verdes de su hija. Le alegraba que ella decidiera donde quería estar y no importaba si estaba lejos de él. Nunca la dejaría de amar.

Tú Me Salvaste© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora