Capítulo 27: Lo Siento

116 22 3
                                    

Pov. Shirayuki 

Me dolía la cabeza y a penas podía sentir mis manos, me pesaban los parpados, con esfuerzo logre abrir los ojos y fruncí el ceño al ver entre las manchas borrosas a mi alrededor dos siluetas que lentamente le encontré forma y supe lo que pasaba.

Otra vez estaba secuestrada. 

Reconocía a estos hombres, agradecía que ninguno se hubiera percatado de que había despertado, eran los bandidos que nos atacaron cuando Obi me secuestro. 

Obi.

Esos hombres lo habían golpeado hasta noquearlo y aun no sabía que pensaban hacer conmigo. 

Esta vez sí escaparía. 

-Kuma, nadie nos encontrara aquí, esperemos al amanecer para irnos – escuchaba que le decía uno de los hombres al gigante.

-Muy bien, después nos desharemos de esta niñita.

Estaba acostada en la maleza, busque una forma de desatar la soga que me ataba, no había nada cercano que pudiera usar. Me arrastre con sumo cuidado de no hacer mucho ruido, los tres hombres discutían la ruta que tomaríamos al parecer, aprovechando su distracción me acerque al tronco de un árbol y empecé a brotar la cuerda. Si seguía así conseguiría quemar la soga.

El cielo se había vuelto de un azul más claro, ¿Cuánto tiempo llevaba dormida?, solo esperaba que alguien llegara.

Me ardían las manos pero tenía que seguir.

-Miren quien despertó – la sangre se me heló al escuchar la voz de ese hombre - ¿Queriendo escapar amiguita?

Deje de fingir para enfrentarlo, se había arrodillado un tanto cerca, había crecido más ese gigante. Llevaba un parche en su ojo derecho, en el mismo que Obi había clavado una de sus cuchillas.

-Si – alarga la palabra como un sonido de serpiente – Mira lo que me hizo tu amigo, ahora, me encargare de devolverle el favor. 

-¿Por eso me llevaste? 

Una sonrisa se deslizo por sus labios mostrando la mitad de sus dientes, chispas de malicia salían de sus ojos opacos, no me agradaba la forma en la que me miraba. 

-Mi cliente desea ver muerto a ese gato escurridizo pero que mejor, que hacerlo sufrir antes, quitándole lo que le importa – una carcajada se le escapo mientras se alejaba.

¿Alguien quería matar a Obi?

Me había detenido mientras ese gigante hablaba pero una vez se distrajo hice fuerza para romper la cuerda, empezaba a sentir menos fuerza en las ataduras, pero no me serviría salir corriendo ahora. Entrecerré los ojos haciendo que estaba cansada y espere a que uno se fuera por bien parecía agua, el gigante parecía montar guardia mientras el otro hombre tomaba un descanso arriba de un árbol.

Solo necesitaba una oportunidad. Cuando se dio vuelta Kuma, dándome la espalda, me deshice de mis ataduras y de un salto me levante y empecé a correr. Me levantaba la falda del vestido que era demasiado largo como para correr más rápido. Escuchaba los gritos llenos de furia del gigante que me había secuestrado.

El corazón me latía demasiado rápido, me escondí detrás de un árbol que me ocultaba por completo, escuche como Kuma y sus hombres se detenían cerca de donde estaba y los gritos que pegaba ordenando encontrarme.

Al fijarme que se habían ido, me detuve para tomar aire y romper la falda del vestido y atarlo para que fuera más fácil moverme, una vez lista asiento y sigo corriendo en dirección contraria a la que se habían ido esos sujetos. Saltaba esquivando piedras y raíces para no caerme y hacerme una herida que me impidiese seguir, lo más difícil era que no sabía dónde estaba, lo único que podía hacer era escapar.

Tú Me Salvaste© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora