Capítulo 22: Respeto

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Pov. Shirayuki 

Tomo aire y lo libero para poder calmarme, una vez lo consigo, abro la puerta. Hoy era el día que partiría a Tambaru, me había esforzado en las lecciones y había conseguido la aprobación de mis instructores, estaba lista para lo que viniera. 

Me despedí de Ryu, la jefa Garak, y Higata, cada uno me deseo buen viaje. Los extrañaría de menos. El cielo de la mañana estaba despejado, asegurando que sería el trayecto tranquilo, pero no sabría confirmarlo. Escuche como las maletas se detenían a un costado y Obi se sentaba en una de ellas.

-Estas son las ultimas – dijo sin sonar cansado.

-Gracias por acompañarme, Obi – me fije en sus manos y no me gusto ver aquellos guantes, no me dejaban ver si sus heridas habían sanado.

-Como le dije antes, iré a donde usted valla, señorita – me sonríe abiertamente y se pone de pie nuevamente y sujeta la maleta – Llámeme si necesita que lleve algo más.

Asentí contenta con que viniera conmigo, la verdad es que ir sola me hacía poner más nerviosa, deje de sonreír al escuchar pasos firmes, cargados con un aura superior, al levantar la mirada me encontré con el rostro serio de lord Haruka. 

-¿Esperaba ver a alguien más cierto?

Parpadeo unos segundos y niego rápidamente para recuperarme.

-No es nada de eso – sonrió un poco nerviosa.

-Señorita todo esta listo, ¿Quién es el vie…

-¿Tú? – expreso molesto el lord mirando a Obi.

-Lord Haruka – se inclina haciendo una reverencia – Disculpe mi rudeza, que bueno verlo de nuevo. 

Miro a Obi con los ojos entrecerrados, me sorprendía lo rápido que podía manejar la situación.

-Ha hay están – la voz de Zen pareció romper con la tensión y el marqués rápidamente fue a donde estaba Zen, con cierta molestia.

-Se me había olvidado decirte que Lord Haruka nos acompañaría en el viaje.

-¿¡Eh!?

Me acerque al grupo una vez el marqués hablara con Zen y mire a cada uno con una sonrisa. Pero una mirada más profunda podía sentir, levante la vista y me sorprendo al verlo, príncipe Izana, él no miraba pero sabía que lo observaba. Me incline en una reverencia y mire a mis amigos.

-Kiki, Mitsuhide, su alteza Zen, regresare. 

Subí al carruaje que nos esperaba y me senté, Obi se sentó junto a mí, y el marqués frente nuestro. El sonido del carruaje moverse nos decía que ya habíamos partido, mire por la ventana y un nudo en mi estómago se me forma, con cada paso nos alejábamos del castillo. 

Un carraspeo me hizo ponerme firme en mi asiento y mire al hombre delante de mí.

-Debe recordar que Clarins y Tambaru son aliados por sus beneficiarios recursos, cada país ha desarrollado su propia tecnología, aun así los países continúan relacionándose entre sí para el beneficio mutuo – su expresión seria se relaja un poco al cerrar los ojos – Se puede decir que la condición de un castillo es dependiente de la condición de sus aliados.

Asentí anotando su conocimiento a lo que había aprendido en estos días.

-Más allá de eso no hay nada más que te pueda enseñar.

-Esta ben.

-En cuanto a Tambaru, que hacer y qué no hacer se hará evidente una vez que usted vea las cosas por si misma – sus ojos se abrieron  se fijaron en Obi – ¡Escucha tú también!

Tú Me Salvaste© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora