Capítulo 37: Solución

154 20 4
                                    

Pov. Shirayuki 

Una advertencia. 

No había podido sacarme de la cabeza el significado de aquella nota, Obi estaba en peligro, nos habían estado siguiendo y vigilando. Pero, él no parece haberlo tomado muy enserio, aunque lo primero es asegurar la seguridad de Clarins en esta misión. 

-Shirayuki-san – la voz de Toshio-kun me regreso al presente, íbamos cambiando de acompañante en cada parada.

-¿Si?

-¿Sabe que le sucede a sir Obi?

Su pregunta no me sorprendía, pero si el tono bajo de su voz al hacerlo, desvié la mirada hacia el frente, Obi lideraba junto a Takeshi, nosotros estábamos detrás de ellos, desde que salimos de la posada él había permanecido serio, algo no muy común.

-Debe estar pensando en la situación – estaba segura de ello.

-No sé, pero ayer no parecía poder conciliar el sueño – dijo en voz baja - ¿Cree que sea porque es su primera misión?

No supe como contestar, Obi ha sido el hombre más valiente y leal que eh conocido, no sé lo que podría estar cruzando por su mente en este momento pero no era por la razón que decía Toshio.

El frío se colaba un poco por mi ropa, esta vez llevaba más capas para no perder tanto calor, el vapor brotaba de mi boca con cada inhalación. Llevábamos dos horas restando los pocos minutos que nos detuvimos para descansar y comer algo caliente que nos trajimos de la posada.

-¡Veo el fuerte!

Gire a ver al escuchar la voz de Takeshi y era cierto, a la distancia se veía la bandera de Clarins, habíamos llegado.

Me aferre un poco del abrigo de mi acompañante cuando el trotar del caballo aumento, me sujetaba para no carme, la nieve caía de los árboles que pasábamos y un helado escalofrío me recorrió la espalda al ver un reflejo gris que desapareció al perderlo de vista.

¿Qué había sido eso?, ¿un animal o fue mi imaginación?

El sonido de los cascos chocar en la nieve y el calor que se escaba de los cuerpos era lo único que oía, la velocidad disminuyo una vez nos detuvimos al llegar al fuerte. Dos guardias montaban s vigilancia se acercaron.

-¿Son el refuerzo del castillo? – escuche decir a uno de los soldados. Obi desmonto y tuve que separarme un poco más de Toshio para verles mejor.

-Estamos aquí por órdenes de los príncipes – vi que le mostraba su identificación.

-Los estábamos esperando, adelante.

La puerta de gran tamaño se abrió para dejarnos pasar, los caballos volvieron a moverse y mantuve firme mi agarre de la ropa de mi acompañante para no caerme, pude sentir la mirada de los dos guardias de la entrada.

Nos detuvimos y empezamos a bajar, un soldado se encargaría de llevar a los caballos para que descansaran, me acerque a Obi que descargaba una bolsa. No sabía si comentar lo que había visto.

-¿Esta bien señorita?

-¿Eh?, sí.

Lo más probable era que había sido mi imaginación, no debía de ser nada grave, aunque mi respuesta no parecía a ver bastado para Obi.

-¿Segura? – lo estaba preocupando.

-Sí, no pasa nada – sonreí aunque casi no podía por el frío. Él asintió y juntos caminamos a la entrada, al menos adentro no se percibía tanto el crudo invierno, pasamos el pasillo y mi pecho se contrajo al ver a unos hombres sentados siendo tratados por sus mismos compañeros mientras que otros comían en unas mesas que estaban desocupadas. Me recordaba cuando ocurrió el accidente de Ladxo. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 17, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tú Me Salvaste© Donde viven las historias. Descúbrelo ahora