Introducción

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Uno... Dos... Tres tonos indicando el inicio de la llamada.

Él tomó el teléfono con firmeza, dispuesto a hacer una oferta que nadie -ni siquiera ella- podría negar, hablando en nombre del inevitable destino.

—Buenas noches, Robert.

—Disculpa la tardanza, Elizabeth. La Reina y yo tuvimos que discutir el asunto una vez más. Comprenderás que la repentina muerte de Henry nos tomó por sorpresa.

Él respondió, mirando a su esposa en el asiento frente a su escritorio asintiendo y brindándole la seguridad que el Bosque sabía que necesitaba.

—Absolutamente. La muerte de Henry no solo dejó a nuestro vecino Lauxwell sin un Rey, nos dejó sin un importante aliado y amigo —guardó silencio un momento—. Díganme, sus majestades... ¿Qué tienen en mente?

El Rey Robert miró a la Reina Susan. Ella estiró su mano y él la tomó, reuniendo el coraje para escupir el trato.

—Gardenstone, está pasando por una magnífica racha en la que jóvenes innovadores y con sed de trabajo florecen de todos lados. Su potencial es increíble, Liz-

—Estoy familiarizada con tu reino; ahora que Lauxwell está débil, el interés cae sobre nosotros; qué conveniente.

Elizabeth interrumpe, haciendo que Robert resuma su discurso antes de finalizarlo y descarte la hostilidad en su comentario.

—... Estamos dispuestos a unir nuestros reinos, Elizabeth. Nuestro pueblo quiere crecer- necesitan crecer. Y creo que la cultura que el reino de Maredale ofrece es lo que necesitamos. Tu reino necesita de nuestros innovadores y nuestros innovadores de tu disciplina, siempre ha sido así.

Luego de un silencio en la línea, la voz directa y poderosa de Elizabeth regresó.

—Me parece magnífico, entonces. ¿Quién tendrá la dicha de llevar a cabo esta unión? Creo que una pelea por la corona suena innecesaria ante esta decisión.

—Precisamente eso es lo que hemos discutido el día de hoy. Creemos que, como uniremos dos poderosos reinos, no es adecuado que tú o nosotros tengamos el mando, sino...

Robert suspira con temor a la idea que queda flotando en el aire al igual que Elizabeth, quien parece saber el final de la oración.

—¿Nuestros hijos? Robert, no estamos-

—No estamos en el pasado, lo sabemos. Sabemos la lucha que involucró la Revolución Internacional y las ideas que hemos perfeccionado. No es justo que unamos a uno nuestros hijos con tu única hija, y sin embargo, al mismo tiempo lo es. Siempre lo ha sido.

Una risa sin sentimiento sale de la boca de Elizabeth.

—Aquí en Maredale el pueblo siempre ha sido y será devoto a su reina —su voz sonó más calmada—. Y en Gardenstone aman a tu hijo Jake, por supuesto. Disculpen que no incluya al príncipe Luke, pero conozco su falta de dedicación a la corona.

Robert y Susan afirman para sus adentros. Él continúa.

—Entonces está listo, ven con tu familia a Gardenstone lo mas antes posible.

—Que quede registrado que yo, Reina Elizabeth de Maredale, autorizo-

Ésta vez es Robert quien la interrumpe.

—Aún no, esperemos hasta la ceremonia oficial.

—Tienes razón. Espero el día con ansias.

—También nosotros... —Susan lo mira, recordándole una parte importante—. Elizabeth, ni una palabra de esto a Lauxwell.

Regnum. ✔️[DISPONIBLE EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora