LUKE.
—No estamos jugando, Luke. ¿Podrías, por una vez en tu vida, tomar estas lecciones en serio? Necesito que te concentres.
Amberly se quejó con su particular cruzada de manos frente a su pecho. Imposiblemente seria. Partículas de luz bailaban entre las olas de su cabello suelto.
—Hay algo que me lo impide, Amberly.
Arqueó una ceja. Me removí en el asiento, desconcertado por el repentino sentimiento que noté hacia ella. Tenía que detestarla, quería detestarla. Estaba en estas tontas lecciones por su culpa, era Rey por su culpa...
—¿Luke, me escuchas? —dijo moviendo una mano frente a mí—. Te hice una pregunta.
... necesitaba de ella por su culpa.
—¿Disculpa?
Apretó sus labios con desesperación en una fina línea, casi me sentí culpable de colmar su paciencia. —Pregunté... ¿Qué es lo que te impide poner atención, Luke?
"Tú", quise responder. "Tú y lo que sea que hayas hecho para mantenerme atento a cada suspiro que das, cada latido de tu corazón y cada pensamiento que pido- suplico, sea de mí. Porque es injusto, demasiado, que sea el único sufriendo por ti."
—Esta lección me aburrió. Mal trabajo, Amberly —respondí, levantándome de mi asiento y dirigiéndome a la puerta contra mi voluntad. Su presencia siendo mi enfermedad y mi cura a la vez—. Supongo que deberás esforzarte en mantener mi atención, ¿podrías?
—Idiota... —masculló por lo bajo, justo cuando cerré la puerta detrás de mí.
Llevé la copa de cristal hasta mi boca, sorbiendo el vino fortificado que había tomado de la reserva especial que mi padre guardaba en su oficina, moviendo mi muñeca para agitarlo antes de dejarlo en el escritorio. La mano derecha que sujetaba la pluma sobre el papel con fuerza comenzó a temblar.
—Por el bosque... ¿Sigues despierto?
El insomnio había empeorado tanto que había dejado de rondar por mi habitación, decidido a perderme en los mismos recuerdos en un lugar distinto.
Tomé otro sorbo, pidiendo que me ayudara a soportar los regaños de Dominic.
—Esto no está bien, Luke... no estás bien —dijo, acercándose al escritorio. Arrebató la hoja que tenía en frente más rápido que la respuesta de mis reflejos—. No intentes quitármela, no dudaré en romperla.
Con la hoja a la altura de sus ojos, comenzó a leerla en voz alta. Hice mis oídos sordos al sonido de su voz, había tenido suficiente con repetir cada palabra de la carta una y otra vez desde que la había terminado hace una hora o dos... incluso tres.
—"...Por lo tanto, me veo inclinado a pensar que con la comunicación suficiente podremos llegar a un acuerdo que sea óptimo para Gardenstone y Maredale al igual que para el regreso de su majestad, la Reina Amberly" —terminó de leer. Dominic me miró indignado, como si estuviera loco—. Estás loco.
Negué con la cabeza, rellenando mi copa hasta la mitad. La alcé y le ofrecí un sorbo, percatándome de la mirada que le daba al vino. Dominic bufó con brusquedad.
—Es oficial, perdiste la cabeza. Jamás había visto a alguien con menos cordura que la tuya.
—Mi mucha o poca cordura me ayudará a recuperarla; es lo único que puedo escuchar ahora, es lo único que me queda... —me levanté y arrebaté la carta de vuelta—. ¿Acaso no recuerdas lo que hemos estado haciendo desde que volví? ¿"Buscar soluciones", no te suena familiar? Es lo que estoy haciendo. Y una vez que envíes la carta por la mañana, el asunto estará más que cerrado.
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Regnum. ✔️[DISPONIBLE EN FÍSICO]
Teen FictionEn un futuro distópico, una tragedia lleva al príncipe Luke a convertirse en Rey de Gardenstone. De su reino vecino Maredale, nuestra protagonista Amberly deberá elegir entre el Rey Luke y el Rey Ashton de Lauxwell para cerrar la alianza a la que lo...