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Capítulo 20

Deslicé la pluma en la hoja con la mano izquierda transformando un garabato sin sentido a una pequeña ola de mar. Una se transformó en dos, dos en cuatro y pronto la mitad de la hoja parecía el océano. Había dejado de prestar atención a la voz de Thomas leyendo un largo comunicado de parte de Ivy en nombre de Lauxwell hace ya un rato.

La palma de mi mano aún ardía, el simple roce con la tela de mi vestido me daba escalofríos que recorrían toda mi columna. No podía borrar la imagen del rostro de Luke aterrorizado al ver la quemadura y más al saber el significado; "Te marcó como su propiedad," había dicho asustado, "vendrá a reclamarte en cualquier momento"; no lo dejaría, no podía ir marcando gente por la vida. Alguien debía tenerlo y tomé eso como mi principal objetivo.

—... En resumen, —alcé la vista a Thomas que daba fin a la lectura—, la respuesta de Lauxwell no es definitiva y están dispuestos a cambiarla. Ashton ha regresado a su reino y espera junto con Lauren que acepten una invitación para discutir el tema en una semana. Ivy regresará a Lauxwell junto con la respuesta.

Luke a mi lado movió la cabeza con desaprobación y la apoyó en su mano. Eché un vistazo a su hoja y escondí la mía con vergüenza al ver que él sí estaba tomando notas. La coloqué en mi regazo debajo de la mesa que había colocado a petición mía. No estaba lista para sentarme en el trono aún, no se sentía correcto.

Claro, eso no se lo dije a Luke.

—¿Espera que vayamos después de que explotara puestos y propiedad del pueblo? —preguntó—. Tiene suerte de que nadie haya salido herido.

—No es como si necesitaran razones para atravesar su pecho —intervino Dominic parado al lado de Luke—. Lo que le hizo a Amberly debería de ser suficiente. ¿Qué necesidad había, de todas formas?

No había ninguna. Era mera molestia. Había molestado a Ashton.

—Es la intención que hay detrás —explicó Thomas—. La marcó para sembrar miedo, es más simbólico que otra cosa. Recomiendo cubrirlo con guantes. Nadie puede verlo y mucho menos en la visita a Maredale.

La visita a Maredale serviría de mucho, no sólo para supervisar el bienestar de mi gente, también me ayudaría a reconectar con mis raíces. Algo me decía que no sólo me serviría a mí.

—Bueno, —Luke se levantó de la silla—, si ya hemos cubierto las acciones que se llevarán a cabo para reparar los daños y la carta creo que podemos retirarnos y dormir un poco. Todos lo necesitamos.

Lo observé despedirse de Dominic y Thomas, recordando la primera vez que lo vi en los pasillos del palacio. El cansancio que ahora vivía en su rostro y la barba creciente lo hacían casi irreconocible...

—¿Prefieres dormir en la silla, princesa?

... de no ser por su actitud que estaba casi intacta.

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Cambié de posición. Lo volví a hacer esta vez empujando las sábanas. Escondí la cabeza en las almohadas. Nada funcionaba. El removerme inquieta en la cama solo me quitaba el sueño más y más cada vez.

Suspiré irritada apartando las sábanas y colocando unas zapatillas en mis pies. El aire frío de la noche me envolvió al dar un paso en el callado y oscuro pasillo, sin un alma despierta además de mi.

O eso creí.

El sonido de unos sollozos profundos y llenos de dolor llamó mi atención. Caminé por la extensión del pasillo en busca de la persona (o fantasma, quién sabe) dueña de tan melancólico sonido y paré hasta dar con la puerta de Luke entreabierta y pocas luces encendidas.