Capítulo 3

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La mañana después del baile fue callada. La falta de la alegre vida de la Reina Susan era tan extrañada como las carcajadas del Rey, y todos en el palacio podían sentirlo. Incluso yo, aunque los había conocido por poco tiempo. Recordaba encontrar a mi madre conversar por teléfono con la Reina sobre cosas sin sentido hasta asuntos de comercio bastantes serios, siempre le agradecí al Mar infinitamente la existencia de la Reina por desconcentrar a mi madre de un par de lecciones.

Gardenstone tenía una manera particular de despedir a sus amados: la gente escribía una palabra que describiera a dichas personas en una bellota, estas se recopilaban y las regaban por todo el bosque. Lidia me explicó que brotaban árboles distintos, uno de ellos el roble tan característico del reino, y cuando crecían, también nacía una persona con la palabra escrita en una manera de reflejar el impacto que tienes en el mundo incluso después de morir. Podía asegurar que gente con buenas intenciones saldría de las palabras dedicadas para la Reina Susan, el Rey Robert y el príncipe Jake.

—Cincuenta entregadas y llegaron unas... sesenta más.

Luke asintió, claramente cansado. Dejé los montones de hojas en el gran escritorio frente a él y tomé asiento en el lado opuesto.

Después de haber sido nombrado Rey abruptamente y después de la despedida, miles de peticiones de ciudadanos y nobles habían llegado a primera hora esperando ser autorizadas. Al ver la carga de papeles, me ofrecí ayudar a Luke y evitar el colapso de mi reino vecino. Mi madre había decidido ayudar por su cuenta, conversando con los duques y duquesas que temían por el futuro de Gardenstone al verse justamente incierto.

—He dormido dos horas, y todos quieren que apruebe peticiones. No entiendo la razón.

Luke había hablado más para sí mismo, pero eso no me evitó reír un poco.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó, poniendo atención por primera vez en toda la mañana.

—Claro que quieren que apruebe peticiones. Se están aprovechando ya que su padre, que en paz descanse, no es más el rey esperan que usted apruebe todo lo que él no hizo. Pero espero no haya aprobado muchas, el parlamento tendrá mucho que discutir y probablemente sea agotador para todos.

Luke se quedó atónito, buscando la manera adecuada de esconder su inexperiencia.

—Es el trabajo del parlamento, agotador o no, tienen que hacerlo.

—No le darían la misma importancia a cada papel y algo importante puede ser desaprobado o algo nada-importante puede ser aprobado. Es todo un riesgo.

—Si tanto sabe, ¿por qué no lo hace usted?

Claramente, la regulación de su tono había tenido un fallo provocando que este saliera más agresivo de lo planeado.

—Sería un placer. Creo firmemente que puedo hacerlo mejor que usted, su majestad.

Luke soltó la pluma que tenía en la mano cruzándose de brazos. Si no me pareciera gracioso diría que intentaba ser intimidante, pero de pronto relajó la mirada.

—Me gustaría comprobar eso. Ah, y también lo de aprobar peticiones, princesa.

Apreté los puños pero al igual que él relajé la mirada, dispuesta a dar una respuesta inteligente.

—Disculpe que haya tenido la osadía de pensar que estaba hablando con un Rey, cuando es evidente el largo camino que tiene por recorrer para ser considerado uno.

El rechinar de la puerta interrumpió a Luke de decir -seguramente- una estupidez.

—¿Ocupado, su majestad?

Regnum. ✔️[DISPONIBLE EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora