Capítulo 24

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Admiré en silencio la vista que el palacio de Lauxwell ofrecía desde lo alto en la montaña, los árboles que habíamos dejado atrás hace unos kilómetros parecían parte de su patio trasero, seguramente así lo veían en el palacio. La limusina que nos había traído no resistía la altura tan bien, así que nos vimos en la necesidad de caminar en compañía de cinco guardias hasta las puertas.

El frío me hizo temblar, había tenido suficiente de eso justo esta mañana al despertar en mi habitación. Lo último que recordaba eran gritos, Lidia, y Luke en el mismo estado que yo, mareado y a punto de desmayarse. Lo vi al lado de mí en la cama:

Así no es como planeaba que fuera despertar por primera vez a tu lado —dijo en medio de su confusión.

Aún entre el abrumador frío de las montañas, sentí el calor del fuerte abrazo que le había dado después de sus palabras. La imagen de él siendo cargado me atormentaba más que el simple hecho de haber sido envenenada; ya que, si yo lo estuviera, él se podría encargar de los reinos y sería capaz de seguir adelante sin mi compañía; pero yo no, no me creía capaz de recuperarme de tal dolor ni en un millón de años, sin importar cuántas veces podría tratar. Dejando el romance de lado que no hacía más que aumentar, había sido un compañero y un oponente reacio en su momento...

Habíamos consumido algo con una sustancia lo suficientemente fuerte para dejarnos inconscientes. Todo había sido planeado, guardias de Lauxwell llegaron al baile dispuestos a sacarnos de ahí y matar a cualquier persona que se interpusiera en su camino. Para nuestra fortuna, Lidia actuó rápido y nos sacó del peligro... deseé que la gente que había sido lastimada por Lauxwell, mi gente, hubiera tenido la misma suerte. Decidí con mano firme que, por lo menos para mí, esto no era más una negociación... era personal.

Y haría que Ashton pagase por cada miserable segundo de ello.

—Luke —llamé, él dirigió su atención a mí sin dejar de avanzar—. ¿Recuerdas el nombre de lo que estamos haciendo?

—¿... Caminar?

—No, no —negué con la cabeza—. El estar vestidos de esta forma...

Lo había convencido de ir en conjunto conmigo portando los colores de Lauxwell. Él optó por una de sus camisas de seda verde esmeralda, y yo por un traje de pantalón y saco verde de terciopelo con una blusa negra al igual que sus pantalones. Un mensaje con estilo y sutileza.

—Oh, sí —dijo distraído—. Diplomacia blanda.

—Así es, —afirmé—, has estado prestando atención a tus lecciones, por lo que veo.

Rió, caminando cerca mío.

—Ha sido un tanto difícil a últimas fechas... encuentro su belleza un tanto distractora, su majestad.

Aún no tenía la energía para esto, para bromear de nuevo cuando fue apenas ayer en el baile que negaba conocer al propietario de la cadena (una pista más para dar con mi madre) cuando su reacción había indicado todo lo contrario. Quería confiar en él, en serio quería hacerlo, pero no me daba argumentos para lograrlo.

—Sus majestades —la voz de Ivy a unos pasos de nosotros hizo que mi respuesta no fuera necesaria—. Lauxwell se siente honrado de tenerlos en nuestras tierras.

No respondí, cosas malas saldrían de mi boca en caso de hacerlo. Luke lo sabía, por eso fue que habló primero:

—Gracias, Ivy. Apreciamos la hospitalidad —sonrió, mera cortesía. Espero.

—Me gustaría ofrecerles un pequeño tour por la capital, si es que es de su agrado.

No era de mi agrado; ella, Lauxwell, el imbécil de Ashton; nada lo era. Sólo quería llegar al palacio, negociar la rendición de Ashton, darle una buena bofetada y marcharme de vuelta a Gardenstone. Pero mi curiosidad, por otro lado...

Regnum. ✔️[DISPONIBLE EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora