Regnum. ✔️[DISPONIBLE EN FÍSICO]

Capítulo 13

Presioné una mano contra mi pecho aún agitado, cerré los ojos mientras inhalaba y exhalaba lentamente para calmarme. Me arrepentí de haber huido, ¿qué podía hacer Luke?, cualquier cosa que pensara podía ser pasado como traición a la corona.

Traición, eso había creído. No estaba el todo equivocado, aunque no había tenido nada que ver en la extracción de las pruebas, contuve el secreto por unos buenos días.

Traición, eso había hecho yo. Eso había hecho él.

Le agradecí al Mar que fuese cual fuese la razón por la que Lauren se había negado al acuerdo entre Gardenstone y Lauxwell, me había salvado. Había salvado a Maredale entero.

Temí haberla invocado accidentalmente al escuchar su voz cerca, muy cerca. Miré a mi alrededor, las paredes de las celdas, estaba en el calabozo. Me sentí tranquila al saber que Luke y mi madre tardarían un rato en encontrarme, y si tenía suerte, más que un rato.

Me acerqué a la entrada del pasillo con las celdas cuando la conversación de Ashton y Lauren me llamó la atención.

—Debo admitirlo, jugar al pequeño e inofensivo Rey enamorado funcionó mejor de lo que esperaba —dijo Lauren, su voz venenosa y diferente—. Nadie creyó que ese exquisito engaño tuyo pudiera funcionar.

—No es un engaño... —murmuró Ashton. Me pegué a la pared con miedo a respirar más fuerte de lo debido—. No lo es ahora, es algo más que eso.

Lauren bufó, escuché como sus filosas uñas jugaron con los barrotes de la celda.

—Es inepto de tu parte admitirlo. Tenías que cautivar a la princesa sin encariñarte, —Lauren dejó de jugar con la celda—, ¿Cómo pretendes que la matemos si cometiste el error de enamorarte de ella?

Y así de simple mi corazón inició su rápido y fuerte ritmo debajo de la palma de mi mano. Cerré los ojos tan fuerte que juré escuchar algo romperse, quizá había sido un barrote, una piedra, o mi corazón. A este punto, no estaba segura.

—No te confundas, Lauren. El amor está prohibido para nosotros. Es un obstáculo con un precio que no podemos pagar. El amor es debilidad.

Coloqué una mano presionando contra mi pecho y la otra contra mi boca y nariz para evitar cualquier sonido que pudiera emitir por accidente. Huir, eso tenía que hacer. De nuevo.

—Has cometido tantos errores, hermanito... —la voz de Lauren era distante pero clara—. Solo tú recuperas las llaves que perdiste en primer lugar con una sesión de besos. Me sentí mal por ella, lo digo en serio...

La noche después de mi primer día de trabajo. Me abofeteé mentalmente al recordar que se había quedado solo y sin vigilancia en mi antigua habitación cuando salí al pasillo a hablar con Luke.

—Escuché que el duque y el asesor tenían un plan por su cuenta para ayudar a Luke. Me alegro de que hayas controlado la narrativa con la princesa, solo el Bosque sabe lo que le pudieron haber dicho a la princesa.

Por eso Ashton había reaccionado como lo había hecho cuando me encontraba a solas con Dominic. No eran celos, era control, si es que existía una diferencia entre ambas cosas. Tantas preguntas y tantas emociones amenazaban con atraparme y distraerme lo que en realidad tenía que hacer: escapar.

Si corría lo suficientemente rápido subiría las escaleras que mantenían el calabozo alejado del resto del palacio y encontraría a alguien, a cualquiera. El problema era lograr salir de ahí sin ser escuchada como había llegado...

El sonido que había escuchado antes se hizo más seguido y fuerte acercándose hacia mí. No podía escuchar la voz de Lauren ni de Ashton. Una luz iluminó las escaleras a mi derecha lentamente y mis pies se quedaron quietos como si estuviera atada al concreto debajo de ello, dejándome inmóvil hasta darme cuenta de la figura frente a mí.