Regnum. ✔️[DISPONIBLE EN FÍSICO]

Capítulo 35

El sonido de la copa en la mesa jamás me había resultado tan frío y con significado.

—Wonslet nunca fue un lugar entretenido, incluso me atrevería a llamarlo el lugar más aburrido de todo Gardenstone, imaginarán mi sorpresa cuando Greenbush decidió dar fin a su disputa con nosotros. En esa misma reunión, conocí a la que fue el amor de mi vida... mi querida Susan. Recuerdo que mi primer pensamiento al ver su cabello dorado y la gracia con la que se manejaba por el lugar fue: "Ella será mi esposa" —la silla de Robert se hizo para atrás y el que una vez fue rey se acercó al ventanal a sus espaldas, mirando a Lauxwell mientras hablaba—. Los años pasaron y pronto el palacio se encontraba en la necesidad de desposar a la mayor de las princesas. No habíamos intercambiado ni una sola palabra cuando llegué al palacio y pedí su mano, nadie se pudo negar a autorizar la unión con el mejor guerrero y hombre más sabio de Gardenstone... nadie más que ella, pues su corazón pertenecía a alguien más.

>> Le ofrecí un trato, ella se casaría conmigo y en cambio le dejaría que viera al lacayo que consumía sus pensamientos. Todo cambió cuando me di cuenta de que ese lacayo no era nadie más y nadie menos que el mismo Rey Henry de Lauxwell. Solo teníamos una condición: nada de hijos. El silencio de la gente era fácil de comprar, pero ocultar dos niños en un reino desesperado por herederos sería y fue difícil. No me escuchó, no hizo caso a ninguna de mis advertencias y tuvo a los dos pequeños. Le dio herederos a nuestro enemigo antes que a su propio reino, antes que a mí —podía notar el enojo e impotencia creciente en el discurso que había comenzado tranquilo—. Un año después, nació mi pequeño. Mi Jake. Siempre creí que sería un excelente Rey, que sabría seguir órdenes y darlas... pero resultó ser igual a su madre. El idiota la ayudó a formular un plan de escape en donde, después de tantos años, haría que nuestro matrimonio quedara obsoleto y consolidaría el de su madre con Henry, todo esto una vez que fuera Rey desposando a la princesa Amberly.

Los tres pares de ojos en la mesa cayeron en mí. No pude evitar sentirme como una pieza más, usada y descartada, como todos habíamos resultado en el plan de Robert.

—Asesiné a Henry con mis propias manos, y lo volvería a hacer de ser posible...

La declaración de Robert tomó con sorpresa a Lauren y Ashton, quienes apretaban sus puños y fruncían sus ceños más y más conforme la narrativa llegaba a su fin.

—... No podía matar a la familia de Lauxwell por completo, habría sido sospechoso. Pero si lograba matarlos en un accidente estaría satisfecho. Ya saben lo que dicen: mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos más cerca. Al ofrecerles parte de mi información, conseguí la ayuda de Ashton y Lauren el día del baile. Obteniendo así mi oportunidad de detener a Susan y Jake. Unir a Amberly con Luke fue una mera distracción, una causa lo suficientemente fuerte para hacer que los hermanos de Lauxwell estuvieran tan desesperados y no sólo aceptaran mi ayuda, si no que también me dieran acceso directo a su ruina —Robert dio la vuelta con las manos tomadas por su espalda—. Es hora de que paguen. De que por fin vea a Lauxwell en donde debe de estar... En ruinas.

Jamás olvidaría el silencio que se dio en la habitación. Fue de los más pavorosos y duraderos que había sentido en toda mi vida.

Lauren se removió en su asiento antes de levantarse con velocidad y plantarse frente a Robert. En un movimiento, colocó una daga amenazando a su cuello.

—Eres un-

Antes de que pudiera decir algo más o cumplir su intención con la daga, un ataque de tos la hizo tambalear. Todos nos pusimos de pie. Ashton caminó hasta ella y la ayudó a estabilizarse.

—¿Qué hiciste? —preguntó Ashton, tomándola mientras ella descendía al piso sin dejar de toser—. ¡Ivy, ven inmediatamente!

Los ojos de Ivy se unieron al resto de nosotros mirando a Lauren contraerse en el piso, pero a diferencia de los nuestros, los de ella estaban anticipadamente llorosos. Sujetó su rostro entre sus manos y comenzó a llorar.