Capítulo 28

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AMBERLY.

El frío del piso recorrió mi cuerpo entero hasta acunarse en la punta de mi nariz. Mi visión interrumpida era más sofocante que la niebla misma a mi alrededor. Niebla que llenaba el cuarto en el que me encontraba en su totalidad, lenta y tortuosamente, y no pude luchar. Mi boca se sentía tensa, mi voz inaudible y mis pensamientos abstractos.

Algo estaba pasando, algo muy malo. No sabía que era pero hacía mi corazón... no, no lo sentía, no tenía corazón. No estaba tieso, estaba vacío. El hueco en mi pecho desbordaba de dolor, el pánico circulaba como sangre en mis venas en la punta de mis dedos, había hecho algo. Yo. Era la culpa la que me había hecho soltar un grito desgarrador que nadie más pudo escuchar.

Lo sostuve en mis manos... el dolor, las oportunidades, el presente...

"Ams"

Alcé la vista, esperando encontrar al propietario de la voz.

"Amberly..." – susurró cerca de mí oído, pero al voltear no había nada ahí.

"¿Qué hiciste?" – otra voz la interrumpió, cerca de mí.

Volteé con miedo, si es que me era posible sentir más, y vi...

—¡Buenos días, dormilona!

Un eufórico Dominic exclamó, corriendo las cortinas en el balcón.

Miré abajo, la realización de mi localización fue como una caricia, estaba en mi cama... en mi habitación. En Gardestone.

—Perdona el volumen, Lidia dijo que no podías despertar —Dominic estiró una taza—. También dijo que debías de tomar este té. Huele horrible, por cierto.

—Gracias, —dije con una sonrisa asomándose al tomar la taza—, es medicina... se supone que debe de oler horrible.

El vapor del agua caliente impactó contra mi cara. Dominic no estaba equivocado, olía y sabía horrible.

—También dijo que estabas enferma.

—No estoy enferma, estoy herida. Decir "enferma" suena a que tiene cura —repliqué, arrepintiéndome instantáneamente al ver su rostro tomado por sorpresa—. Lo siento. La medicina también me hace irritable.

—¿Más? —bromeó, casi reí—. Creí que era imposible.

—Yo creí conocer a mis amigos, —dije al tragar lo último del té medicinal—. ¿Desde cuándo Lidia y tú... se dicen cosas?

Arqueé mi ceja mirándolo de lado, esperando una respuesta. El duque a mi lado comenzó a caminar por la habitación con nerviosismo implícito en cada paso.

—No es nada común, es... en realidad creo que lo es, nosotros - yo y ella- ella y yo... —Dominic divagó—. Es relativamente nuevo.

—¿Qué... cosa?

—Amberly, haces que mi paciencia-

—Por el mar, Dominic, estás sonrojado —sonreí—. Espera a que le diga que te sonrojaste.

—¡No! —agitó sus manos—. Te lo prohíbo- no puedo hacer eso, eres la reina, sólo...

La gracia que la situación me regalaba fue increíble. Me pellizqué el interior de mi brazo izquierdo bajo las sábanas en caso de estar soñando, en caso de no estar aquí...

—Hey —dije, interrumpiendo su paso y mis propios pensamientos—. Entiendo, no tienes por qué definir nada. Mejor dime por qué estás aquí, además de para darme medicina asquerosa.

Regnum. ✔️[DISPONIBLE EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora