KRISTA
—Me han dicho que tenemos una nueva integrante en la noche de casino.
Me sobresalto al escuchar su voz, ya que iba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Zack comenzó a caminar a mi lado.
—Eh, sí. Bueno Luke me ha dicho, pero no es como que me haya dado la opción de no aceptar la invitación, además, sigo sin saber qué es.
—Prácticamente nos reunimos en nuestra casa a jugar cartas, tomar algunos tragos y hacer apuestas.— Se encoge de hombros. —Y recuerda asegurarte de que todas las ventanas estén abiertas antes de encender un cigarro o Luke se volverá loco.
De pronto recuerdo el otro día cuando estaba con Zack y lo primero que Luke hizo fue tirar mi cigarro al suelo.
—¿Cuál es su problema con los cigarros?— Pregunto.
—Nadie sabe, creemos que no le gusta el olor y ya.
—¿Nunca ha fumado?
—Hace dos años fumaba, pero el año pasado lo dejó y comenzó a odiarlo.
—Qué extraño. Bueno, supongo que te veré en la noche debo irme.
Me lanza una sonrisa y sigue su camino mientras yo entro a mi siguiente clase. Intento concentrarme en lo que el profesor dice, pero no lo logro. Zack ha dicho que la noche de casino es en su casa, la casa de Luke, en la que tiene una habitación, esa misma habitación en la que nos acostamos, ¿será que me invitó porque quiere repetirlo?, ¿nos acostaremos de nuevo?
—Señorita, Parker.— Dice el profesor con tono molesto, sacándome de mis pensamientos y haciéndome pegar un brinco en mi asiento. —Parece que está prestando mucha atención a la clase, ¿por qué no nos dice cuál es la ley número tres del estado?
Mierda.
—Umm, la ley número tres es...— ¿¡Cuál es la maldita ley!? —Es...
—Deje de soñar despierta y preste atención.— Me dirige una mirada desaprobadora y luego se dirige a otro alumno para hacerle la misma pregunta.
Si no saco a Luke de mi cabeza pronto, terminaré repitiendo año.
Ya son las siete y después de una ducha y horas escogiendo mi vestuario, estoy sentada en el borde de la cama, con las manos temblorosas esperando a que Luke me avise que ya ha llegado. Ni siquiera sé por qué estoy nerviosa, no es nada que no hayamos hecho antes, pero, aunque recuerde cada detalle, el hacerlo sobria cambia la situación, ese día me sentía libre y salvaje, hoy estoy con una emoción nerviosa que forma un nudo en mi garganta y no deja que el oxígeno entre a mi cuerpo como debería entrar.
Mi celular suena, ya ha llegado. Tomo una gran bocanada de aire y bajo por el elevador hasta llegar a la calle, en donde su auto me espera. Abro la puerta del copiloto y me subo, esperando a que no note lo nerviosa que estoy.
—¿Lista?— Pregunta con una sonrisa.
Tiene unos jeans negros y una camisa blanca que se aferra a sus brazos musculosos, tiene el cabello despeinado y se ve, como siempre, guapísimo.
Asiento con la cabeza y nos dirigimos a su casa, que no está tan lejos de mi residencia. Al llegar, me dirige al salón, en donde hay una barra con botellas y una mesa con un mantel verde con fichas, cartas y ceniceros. Hay otros cuatro chicos ahí y al único que reconozco es a Zack y a otro que ha jugado beer pong con él el día de la fiesta y, como era de esperarse, todos son extremadamente guapos y musculosos.
—Kris.— Dice Luke. —Este es Aaron, Tom, Ashton y no necesitas que te presente a Zack.— Esto último lo dice en un tono que no logro descifrar, pero no ha sido amable.
—Te conocí jugando beer pong.—Le digo a Aaron.
—Lo recuerdo.— Suelta una carcajada. —Le diste una buena paliza a Zack.
Todos los demás me hacen un gesto con la cabeza y me regalan una sonrisa amable, pero no dejo pasar las miradas pícaras que recorren mi cuerpo, poniéndome aún más nerviosa. Zack se levanta y, con una sonrisa, me da un abrazo y no puedo devolverle el gesto porque Luke me jala al instante del brazo y me sienta en una silla, entre él y Aaron.
—¿Sabes jugar, Kris?— Pregunta Ashton dándole un trago a su vaso de cristal que deja ver un líquido marrón, su cabello negro y ojos azules me impactan.
—No soy la mejor, pero sé un poco.— Me encojo de hombros.
—¿Fumas?— Dice Tom, que le da una calada a su cigarro y me ofrece uno.
Recuerdo lo que ha dicho Zack y mi mirada viaja rápidamente a los grandes ventanales, que están completamente abiertos.
—Gracias.— Digo aceptándolo.
Zack se inclina hacia mí y me ofrece un encendedor que emana una larga llama de fuego, enciendo mi cigarro y suelto un suspiro al sacar la nube de humo gris, esto me ayudará a calmar los nervios.
—Bueno, es primera vez que tenemos una chica en la mesa.— Dice Ashton. —Así que, chicos, no sean tan rudos.
—No te dejes engañar.— Dice Aaron. —Por cómo jugó beer pong la otra vez, podría darnos una paliza.
—Sí, claro.— Tom suelta una risa sarcástica y luego se dirige a mí. —¿Lista para perder tu dinero, preciosa?
Alzo una ceja sorprendida, ¿no me cree capaz de ganar por ser una chica?
—Pregúntame cuando hayamos terminado.— Le lanzo una sonrisa que claramente muestra lo molesta que me ha puesto.
Y así, Luke comienza a repartir las cartas.
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Secretos
Teen FictionKrista llega a su primer año de universidad junto con su mejor amiga y su novio. Todo pinta bien hasta que, en una fiesta, se le van las copas y termina acostándose con un desconocido. Decide dejar el error en el pasado y no decirle a nadie, pero es...