Secretos

Capítulo 27

LUKE

Unos minutos más tarde, nos encontramos en los sillones de la sala platicando entre todos. Kris y los chicos comienzan a conocerse y parece que están fascinados con ella, no los culpo. Kris es una persona que emana confianza y ternura, es fácil hablar con ella y, me he dado cuenta de que se adapta a los demás, si está con alguien que habla de manera formal, ella igual lo hará y, si está con alguien que es completamente todo lo contrario, como los chicos, se unirá a sus insultos y guarradas, eso hace que las personas se sientan cómodas al estar con ella.

El timbre de la puerta principal suena y me saca de mis pensamientos.

—Yo voy.— Dice Kris, levantándose del sofa y meneando el fajo de billetes en el aire burlona.

Nadie puede evitar reírse. La veo irse hasta la puerta y, podría quedarme mirando su trasero todo el día, pero Ashton me interrumpe.

—Es una chica genial.— Dice mirándola. —Se siente raro.

Sé exactmanete a lo que se refiere. Comencé mi vida sexual a los catorce años y, desde que descubrí lo que podía hacer con una chica, no perdí más mi tiempo y sé que a los chicos les pasa lo mismo. Aunque con Kris tengo mi diversión, es diferente. Muy diferente. No sé qué tiene que me hace querer estar con ella todo el día.

—Pss.— Me susurra Tom, inclinándose hacia mí. —¿Me la puedo coger?

Le suelto un fuerte puñetazo en el hombro, él suelta un chillido y comienza a sobarlo. Pendejo.

—¿Cómo es que decidiste traerla?— Dice Aaron, dándole un trago a su vaso. —Te has acostado con miles de chicas, o más, y nunca habías traído a una a la noche de casino.

—Pensé que estaría bien tener una buena competencia por una vez.— Me enocojo de hombros, a lo que los tres me sacan el dedo.

Miro a Zack, que ha estado bastante callado, su mirada está perdida en la pared y tiene la barbilla apoyada en la planta de su mano.

Le lanzo un cojín y pega un brinco.

—¿Ya no tienes lengua o qué?— Río.

—Sólo estaba pensando en...

—Aquí están.— Interrumpe Kris, regresando a la sala con cuatro cajas de pizza en las manos. —Pizza para los perdedores.

Como los finos y decentes chicos que somos, nos lanzamos sobre las cajas apenas tocan la mesa y, cuando regresamos a nuestros asientos, queda un pedazo solitario dentro de la caja de cartón.

Creo que cualquier chica nos miraría con asco o, al menos, raro, pero Kris está aguantando una risa cuando toma el último pedazo.

—¿Vemos una película?— Sugiere Zack.

—Veamos 10 Cosas Que Odio De Ti.— Grita Kris con emoción.

Todos bufan y Aaron le lanza un cojín, Kris se lo devuelve todavía más fuerte y yo me obligo a reprimir mi sonrisa, es genial que ella y los chicos hayan tomado confianza así de rápido.

Al final, nos decidimos por Rápidos Y Furiosos, la película empieza bien, hasta que va avanzando y nos percatamos de que Kris es fanática cuando va recitando los diálogos de toda la película, está susurrando, pero es audible.

Sé que los chicos están desesperados por gritarle que se calle, pero se controlan. Yo, por el otro lado, no puedo dejar de verla.

Zack está acostado en el sofá largo que hay a un lado pegado a la pared, Tom y Aaron están acostados en el suelo con cojines bajo la cabeza, Ashton sentado en un sillón individual al igual que yo y Kris está en un sofá igual al de Zack, pero del lado contrario, lo cual me alegra.

Está acostada con el estómago pegado al sofá, tiene las manos entrelazadas y la barbilla asentada en el torzo de éstas. Tiene los pies cruzados en el aire y yo tengo el mejor asiento para ver su increíble trasero.

Tengo una sonrisa estúpida pegada en los labios cada vez que la escucho recitar los diálogos, se me hace extremadamente tierno que los sepa de memoria.

No aguanto más tenerla tan cerca y no poder tocarla, pero parece tan metida en la película que no la quiero distraer, así que me dejo caer en el respaldo y suelto un suspiro que nadie parece escuchar.

No, no aguanto más. Tres minutos después, estiro mi brazo, tomo sus tenis y los sacudo levemente. Pega un pequeño brinco y gira su cabeza para mirarme extrañada, le hago un gesto con la cabeza para que me siga y sonrío como idiota de nuevo cuando no lo piensa dos veces y se levanta.

Las luces están apagadas y los chicos no mueven ni un sólo dedo, parece que tampoco se percatan cuando salimos por la puerta de cristal trasera y vamos al jardín.

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¡HOLAAAAA!
Sólo vengo a animarles para que me dejen un voto y, obviamente, ¡me encantaría leer en sus comentarios qué está pasando por sus cabezas ahorita!
Lxs amo❤️

Btw, mucho amor a pepitaaflow que está igual de emocionada que yo, ¡gracias!