Capítulo 37

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KRISTA

¡No lo puedo creer!

Exacto, esta chica, Krista Parker, ha domado a la mismísima bestia, al incontrolable semental del campus, al frío diablo en carne y hueso, el inigualable Luke Davis. Estos tres días que he estado pegada a Luke como chicle, restando el tiempo de la universidad, han sido maravillosos, es atento, es caballeroso, es una excelente compañía y, lo que más me gusta, es que sigue siendo el mismo Luke de siempre, bromista, sarcástico y a veces malhumorado.

Hoy es sábado, Luke acaba de irse a su casa para ducharse e irse al estadio, ya que hoy es el gran día, no sólo es el primer partido de la temporada para los Lobos, sino que es el día en el que cortaré con mi novio.

He aceptado la idea de que no podré hacer nada para que Ethan se sienta cómodo o de acuerdo con la noticia, simplemente, no pasará, sí le diré que he comenzado a tener leves sentimientos por Luke, pero no tiene por qué saber que lo he estado engañando todo este tiempo, si puedo evitar romper aun más su corazón, lo haré.

Después de una larga ducha caliente para relajar mis músculos, decido ponerme unos jeans, unos tenis blancos y una blusa holgada negra, del mismo color que el uniforme del equipo.

Le mando un mensaje a Ashley para decirle que la veré ahí para poder llevar mi auto, ya que, después de terminar con Ethan, no será la mejor idea dejar que él me regrese y, sí, podría regresarme Luke, pero no quiero que Ethan note que ha sido tan rápido.

Cuando ya estoy en mi auto, me dedico a conducir mientras meneo la cabeza al ritmo de la música. Sí, debería estar más seria teniendo en cuenta que terminaré con Ethan apenas acabe el partido, pero mi mente no deja de recordarme que, después de eso, podré ser libre con Luke.

Llego al estadio y tardo unos diez minutos en encontrar lugar para estacionarme, cuando me bajo del auto, la multitud me arrastra dentro del estadio y busco con la mirada por todas partes hasta que veo una luz parpadeando hacia mi dirección. Corro hasta Ashley y ella guarda su celular de nuevo.

—¿Por qué hay tanta gente?— Pregunto frustrada.

—Sabes que así son los primeros partidos. Te he guardado un asiento.

Me siento a su lado y aprovechamos el tiempo que tenemos antes de que empiece el partido para platicar un rato. Me cuenta que Logan es cada vez mejor en la cama y que, gracias a Dios, no se ha enamorado de él, lo que me hace confirmar que creerá que soy una idiota cuando se entere de lo que ha pasado con Luke.

Estamos platicando de las clases cuando las luces del público se apagan y otras se encienden para iluminar la pista. Los chicos salen por una puerta en fila y la multitud enloquece, se dirigen a las bancas para quitarse los protectores de cuchillas y se escuchan los gritos desesperados de chicas llamando el nombre de Luke, lo cual me hace querer arrancarles los dientes.

Ethan parece nervioso, es un muy buen jugador y no tiene por qué estarlo, pero es entendible, ya que es su primer partido en las ligas universitarias. Por otro lado, Luke camina con la espalda recta y los hombros hacia atrás, como un león que se siente más que cómodo en el territorio que gobierna.

Me mira y me lanza un guiño, haciéndome sonreír como estúpida, pero esquivo la mirada cuando Ashley me mira, por suerte, no comenta nada al respecto.

El partido comienza y los chicos salen al hielo, se acomodan y, cuando suena la señal, comienzan a moverse tan rápido y en diferentes direcciones que pierdo a Luke de vista. Lo busco con la mirada hasta que Ashley habla:

—Era de esperarse que él le haya arrebatado el disco a la defensa.— Dice comiendo de sus palomitas de maíz.

Busco el disco negro que se desliza por el hielo y, cómo no, es Luke el que lo empuja con fuerza esquivando a los demás. Las defensas del equipo contrincante, que está vestido de rojo, lo persiguen con rapidez, pero Luke es más rápido y lanza el disco, haciendo que se estrelle con fuerza en la red de la portería.

Los que venimos a apoyar a los Lobos, nos ponemos de pie de un salto y lanzamos gritos y aplausos, yo sólo espero que pueda escuchar mi voz sobre la multitud, sabiendo que estoy aquí apoyándolo en cada instante.

Así continúa el partido por mucho rato y, cuando acaba, los Lobos ganan con 5-3. Ashley y yo nos tomamos de la mano y salimos como podemos entre la multitud, al llegar afuera, esperamos junto a los vestuarios. Los chicos comienzan a salir y, cuando Logan sale, Ashley se lanza a sus brazos y se lo come a besos, luego Ethan sale y viene a mi lado, busco a Luke con la mirada cuando el último jugador sale por la puerta, pero no aparece por ningún lado.

—¡Hemos ganado!— Grita Ethan, abrazándome con fuerza.

—¿Podemos hablar un segundo?— Pregunto nerviosa cuando el abrazo termina.

—Claro, ¿qué pasa?— Dice alegre.

Miro a mi alrededor para asegurarme de que estamos solos, luego suelto un suspiro y comienzo mi discurso.

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Esperen con ansias el próximo capítulo, porque a Kris no le saldrá nada como esperaba. ¡Pobre E!

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