LUKE
Hoy es miércoles y, después del divertido lunes lleno de alcohol que tuve con Kris, ahora más que nunca no puedo dejar de pensar en ella. Ni siquiera tuvimos sexo en su habitación, si hubieron algunos besos, pero nada más, simplemente nos quedamos dormidos después de platicar de cosas sin sentido y, después de algunas veces durmiendo con ella, ya no puedo evitar despertarme por las noches cada cinco minutos cuando sé que no está a mi lado.
He comenzado a, más que quererla, necesitarla. Sé que tiene a Williams, lo sé muy bien porque es algo que me atormenta todo el tiempo, pero me he cansado. Jamás me sentí tan bien al estar con alguien, con alguien que sabe mi pasado, mis miedos y mis inseguridades y que, aun así, esté ahí para mí.
No llevamos mucho tiempo de conocernos, pero, carajo, siento como si hubiera estado a su lado toda mi vida y no sé qué haré cuando se dé cuenta de que yo no valgo la pena, pero no lo quiero averiguar. Quiero a Kris y la quiero sólo para mí.
—¿Qué tanto está pasando por esa cabeza hueca?— Ashton interrumpe mis pensamientos lanzándome un puño de cereales.
—Tú limpiarás eso.— Dice Aaron señalando el suelo.
—¿Por qué no tienen novia?— Pregunto, haciendo que todos me miren como si me hubiera salido una pierna en la cabeza.
—¿Te refieres a novia exclusiva?— Pregunta Tom.
—Claro.— Me encojo de hombros.
De pronto, todos comienzan a carcajearse y tengo que controlarme para no estrellar sus cabezas en la isla de la cocina porque es de mármol y no ha salido barato como para pintarlo de sangre.
—Hermano, ¿por qué querrías novia?— Pregunta Aaron burlón.
—Porque me gusta mucho una chica.—Digo mirando a Zack, el cuál me mira entre incómodo y molesto.
—¿Y?— Ríe Ashton. —Puedes cogértela el tiempo que quieras y te ahorras todos los problemas que tiene una relación y, además, puedes coger con más chicas y con ninguna tener un compromiso, ¿por qué mierda te amarrarías a una sola?
—Pero, yo no quiero coger con más chicas.— Digo sincero, lo que lo hace bufar.
—Bueno, ya.— Dice Aaron tocando mi frente. —¿Estás enfermo?
—No, pendejo.— Digo quitando su mano de mi piel. —¿Saben qué? Olvídenlo.— Digo levantándome de mi silla.
—Oh, vamos, Lu. No seas así.— Grita Tom.
Pero yo ya me he ido a mi habitación. Mierda, ¿por qué estoy pensando en hacer mi novia a Kris? Está claro que una chica con esa seguridad sabe lo que vale, lo cual es mucho más que yo, pero no soporto más el que no sea mía. Suspiro y tomo el celular, suena dos veces y luego la voz de mi padre inunda mis pensamientos.
—Vaya, comenzaba a creer que te habías olvidado de mí.— Finge estar ofendido.
—Lo siento, papá. He tenido la cabeza hecha un desastre, por eso te llamo.
—Dime, ¿qué pasa?
—Es... Es sobre una chica.
—¿Una qué?— Pregunta extrañado.
—Una chica.
—Oh. Una chica.
—¿Por qué suenas tan sorprendido?
—Siempre me hablas de chicas, pero nunca creí que llegaría el día en el que hables en singular.
—Papá, no sé qué hacer. Me gusta, me gusta de verdad, pero es demasiado buena para mí, si la conocieras te darías cuenta, además, tiene novio.
—¿Acaso estoy hablando con mi hijo?, ¿a qué te refieres con que es demasiado buena para ti? Luke, eres un gran chico, eres fuerte, inteligente y tienes un corazón del tamaño de la ciudad de Nueva York.
—Y, ¿su novio?
—Que se joda su novio. Pon las opciones sobre la mesa y ya veremos si su novio es lo suficientemente bueno como para que lo escoja a él sobre ti.
—Entonces, ¿crees que debería decirle lo que siento? Ya sabes, ¿intentarlo?
—Eres Luke Davis.— Dice con tono firme. —Puedes conseguir todo lo que quieras, así que deja de llorar y ve a buscarla.
—Pero...
—¡Ve a buscarla!— Ordena en el mismo tono en el que le da órdenes a sus inferiores en el trabajo.
—Gracias, pa.
No espero una respuesta y termino la llamada para darme la ducha más rápida que me he dado en toda mi vida. Luego, me coloco unos jeans negros, una camisa y unas botas del mismo color. Intento peinar mi cabello, pero decido que despeinado queda mejor, me pongo colonia, tal vez demasiada, y salgo de mi habitación para bajar las escaleras saltando de tres en tres.
—¿A dónde vas?— Pregunta Zack cuando me ve, pero yo ya he salido por la puerta principal, cerrándola de un portazo.
Por suerte, la residencia de Kris no está lejos, así que llego en menos de quince minutos. Estaciono mi auto como puedo y subo por el elevador hasta su piso, al llegar, toco el timbre de una puerta al azar.
—¿Quién es?— Se escucha una voz femenina.
—Hola, preciosa, soy Luke.
—Pasa, guapo.— Dice seductora.
La puerta se abre y corro hasta la habitación de Kris, pero cuando la abro, está vacía. Mierda. Salgo de ahí y miro hacia ambos lados del pasillo pensando en dónde puede estar. Estoy jadeando de lo rápido que he corrido y de lo nervioso que estoy.
Veo a una chica salir de su habitación con una toalla rodeando su cuerpo y, ¡las duchas! Corro a las duchas y entro sin permiso alguno, las chicas se sobresaltan, pero tampoco se cubren, incluso, algunas dejan caer sus toallas al suelo y, aunque antes esto hubiera sido el paraíso para mí, ahora sólo estoy buscando a Kris desesperadamente con la mirada.
Voy abriendo las cortinas de las duchas, viendo a varias chicas que hacen revolotear sus pestañas bajo el chorro de agua y me miran con deseo, pero yo las ignoro. Estoy a punto de rendirme cuando abro una cortina y Kris pega un grito, un grito de los buenos, rompiendo mis tímpano por completo.
Intenta cubrirse los pechos con una mano y su parte inferior con la otra y, carajo de los carajos, ¡qué sexy es!
El agua corre cuesta abajo por su cuerpo, empujando a la espuma blanca en la misma dirección. Tiene unas curvas increíbles y su piel brilla con la luz del techo.
—¡Luke!— Exclama, regresándome a la realidad. —¿¡Qué mierda haces aquí!?
Sé que todas las chicas nos están mirando e, incluso, han comenzado a susurrarse entre ellas, pero no me importa, que el mundo se entere de lo loco que me trae Krista Parker.
—Sé mi novia.— Digo sin poder aguantar las palabras.
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BITCH WHATTTT khemozionnnn
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Secretos
Teen FictionKrista llega a su primer año de universidad junto con su mejor amiga y su novio. Todo pinta bien hasta que, en una fiesta, se le van las copas y termina acostándose con un desconocido. Decide dejar el error en el pasado y no decirle a nadie, pero es...