El omega de Yunmeng Jiang

Capítulo 18. Tormenta

Capítulo 18. Tormenta

La sola mención de algo muy bueno para cazar había llamado la atención de todos, pero al mismo tiempo muchos habían salido heridos y las cosas se salieron de control, su misión principal había finalizado Lan XiChen se había asegurado de eso, ya no habían pequeños espíritus traviesos que molesten a los pueblerinos, pero la repentina presencia de aquella criatura lo hizo confundirse por un momento. Los discípulos que lo acompañaba se movieron de una manera magnífica.

-¿Qué es esto?- Uno de los discípulos de LanLing había logrado cortar la cabeza de aquella cosa- Es horrible.

Nadie comentó con aquello, pues ¡¿Cuándo se encontrarían con un yao de agraciada apariencia?!

-Es un Hoko- La aburrida voz de Jin ZiXuan se escuchó, vio mal al discípulo que le acompañaba- Un yao con cuerpo de perro sin cola, pero de rostro humano.

-Muy bien Joven maestro Jin- Dijo con una sonrisa Lan XiChen- Pero no se han registrado avistamientos de estas criaturas en un largo periodo y es muy raro que despidan este nivel de energía resentida y su tamaño también es inusual.

-Fueron alterados- Jiang Cheng apareció ante los otros dos, arrastrando a dos Hoko's más, ambos decapitados- Aquí- Le entregó una bolsa espiritual a ZeWu-Jun- Sus núcleos de bestia están alterados y rotos. Estas cosas suelen siempre dormir en árboles milenarios y no molestar a nadie, pero estos, solo saltaron hacia nosotros.

-Concuerdo con usted, joven maestro Jiang- Lan XiChen vio las luces empezando a iluminar el cielo- Y parece que no somos los únicos en encontrarnos con estas criaturas. Reagrupen a los discípulos, no peleen más de lo necesario y vayan montaña abajo si son más de lo que pensamos haremos una formación en medio del camino para evitar que bajen.

Los tres futuros líderes asintieron y se dispersaron buscando a más discípulos, ya sea para acabar con aquellas cosas que medían cerca de metro y medio sobre sus cuatro patas, sus garras cargaban un extraño veneno corrosivo, y aquel aliento apestaba a muerte y energía resentida, o bien huir hasta que sus superiores llegaran a ayudarlos.

Jiang Cheng cortaba a patas y cabezas de Hokos apenas se encontraba con ellos, algunos discípulos de la secta Lan, Jiang o Jin se le unieron en el camino, o ayudaron a otros a dejar la montaña. Aquellas criaturas empezaban a ser cada vez más listas, atacando en grupos de tres a los que iban solos o presentaban alguna herida.

Con cinco cultivadores a su espalda Jiang Cheng escuchó a uno de los discípulos Lan.

-Están yendo hacia el norte, a este paso nos encontraremos con HanGuang-Jun y HongLian-Jun- Dijo peculiarmente emocionado.

-¿HongLian-Jun?- Habló un Jin- Te refieres a ese omega, Wei WuXian, ¿verdad?

-Cuida tus palabras, HongLian-Jun es un miembro importante de la secta Lan- El mismo Lan se veía indignado por las despectivas palabras del otro alfa- Una mala palabra y HanGuang-Jun te pondrá en su lugar.

Entre aquella discusión Jiang Cheng empezó a preocuparse. ¿Wei Ying estaba en YunShen? ¿Acaso no se había quedado con su madre para entrenar? Si cabía la remota posibilidad de que Wei Ying estaba entre todos estos discípulos, entonces él...

-Oh, no- Murmuró muy bajo para en menos de un segundo subir en Sandu y voló hacia donde todos los discípulos que buscaban una buena presa para hacerse de algún mérito.

Los demás se vieron confundidos, pero para no quedarse atrás también subieron a sus espadas.

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- ¡¿Qué son estas cosas?!- El grito de un omega seguido de una fuerte ráfaga de viento llamó la atención de los pocos discípulos Lan, Nie y Bailing que lo acompañan.