Capítulo 30. Casi amigo y el abismo de agua.

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Capítulo 30. Casi amigo y el abismo de agua.

La primavera daba la bienvenida al mundo, la nieve empezaba a derretirse, pequeños brotes verdes empezaban a verse en el suelo, el musgo de las viejas rocas decoraba el panorama, los árboles empezaban a cobrar vida, y el frío empezaba a calmarse.

Wei Ying al fin había terminado su adoctrinamiento en la montaña suroeste, o al menos aprendió hasta donde los profesores pudieron soportar. Aun con alguien, considerado genio, como Wei WuXian, era bastante problemático a la hora de hacerlo comportarse como un omega de clase. Demasiado inquieto, travieso y vivaz. Al menos aprendió lo primordial para dar la buena imagen de una esposa para un líder de secta.

Wei Ying literalmente corrió hasta su vieja habitación, acondicionada perfectamente. Jiang Cheng sabía que ese día volvería, así que perfumó su habitación antes de tomar la primera lectura matutina. Wei Ying se uniría a los demás en la práctica de espadas. Ya no temía con dejar solo a Wen Ning, su dulce amigo se había hecho amigo de Lan Shu, y ambos se relacionaban bastante bien. A Wen Ning le iba tan bien en sus clases de medicina, que Lan LiXue casi viste a Wen Ning con un hanfu de las omegas femeninas para llevárselo a su montaña, el profesor omega Lan Kang casi se pelea con ella para defender su puesto como tutor del prometido del segundo amo Lan, para Wei Ying fue gracioso ver a dos profesores omegas casi enfrentarse a golpes, sino fuera por la intervención de Wen Ning, que aceptó aprender de ambos, así como Wei Ying podía ir a la montaña principal, Wen Ning podía entrar a la montaña sur para aprender de Lan LiXue.

Ahora Wen Ying estaba tranquilo, Wen Ning podía sentirse en casa, aunque esta sería su futuro hogar, era bueno que Wen Ning combinara tan bien con GuSu Lan, él posiblemente hubiera hecho un caos en su lugar, por eso prefería Yunmeng Jiang para hacer todas las travesuras que quisiera.

Después de un buen baño y sus túnicas limpias negras salió listo en busca de los demás. Aunque para su mala suerte, era demasiado temprano aún. Estaba tan entusiasmado que por primera vez se levantó poco antes de las siete de la mañana, y ahora no tenía mucho que hacer, así que con una sonrisa traviesa corrió hacia uno de los muros, saltó sobre de esta y corrió hacia su escondite.

No muy lejos del muro principal, bajo un gran y viejo roble que tenía sus raíces enredadas en una gran roca había un agujero, en ella solía esconder un poco de licor o bocadillos en caso de emergencia, y en ese momento era una emergencia, comer algo antes de morir de aburrimiento.

Leyó un par de páginas de la nueva colección de HuaiSang antes de quedarse paralizado en su lugar. Lentamente volteó a vista viendo a un perro callejero, este tenía la lengua de fuera y los colmillos llenos de saliva, luego vio el pan dulce que había mantenido fresco dentro de su bolsa qiankun.

-Eh... Eh... Fu... Fuera...- Intentó gruñir, pero el perro le dio un suave ladrido de vuelta.

Fue suficiente para que Wei Ying soltara el pastel y trepara el árbol en menos de dos minutos. Sus gritos no se hicieron esperar. Lloró por Jiang Cheng una y otra vez, y justo cuando sintió que alguien venía a su rescate, importándole poco si era uno de los centinelas Lan, prefería ser castigado que estar con ese perro que se comía sus bocadillos.

Pero su llanto se hizo más fuerte al ver que se acercaba un perro más grande que el primero, de pelaje crema y blanco, patas fuertes, orejas hacia arriba y un ostentoso collar de oro. El perro más grande ladró y alejó al perro antes de sentarse en la base del roble y lloriquear.

-¿Xing*?- La voz de ese momento hizo que Wei Ying se callara en el acto.

"De todas las personas que podría venir, tenía que ser él" Se lamentó, viendo al alfa agacharse y acariciar con tanto afecto a esa bestia.

El omega de Yunmeng JiangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora