¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Saotome, soy Ririka. Tu correo fue mezclado con el mío. ¿Lo quieres o qué?— Dijo a través de la pared. —Voy a dártelo por el balcón.
—No, no. Está bien, no lo quiero. Probablemente no es nada importante. — La rubia respondió, su voz sonó baja y chillona, como si acabase de llorar.
—Bueno, yo tampoco quiero tu puto correo. Mira, ¿Por qué no vienes a buscarlo?— Succionó sus labios luego de hablar.
—¿Por qué? ¿Para que puedas investigar sobre mis cortes y gritarme? En ese caso, simplemente hazlo pedazos y tíralo a la basura.
—Bien, si tú lo dices. — Se encogió de hombros, agarrando el sobre y preparándose para romperlo por la mitad, pero se detuvo cuando escuchó sollozos bajos.
—¿Acaso no te importa?— Mary preguntó.
—Realmente no. — Ririka rodó los ojos.
—Así que, si me mato, ¿A ti no te importa?
—¿Vas a matarte?
—Responde a mi pregunta primero.
—Depende, no somos realmente amigas, así que-
—De acuerdo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.