Lights Out

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Capítulo 5: La Búsqueda.

—¿Viste las puertas? — la voz de la sacerdotisa detuvo su andar.

—Si, ¿qué con eso? — preguntó el erizo.

—Cada una es un nivel diferente, debes buscar la puerta correcta y esta te guiará a la salida.— mencionó la sacerdotisa.

—Ya veo... Aunque tengo unas preguntas que hacerte... ¿Cómo llegaron estas armas aquí?— cuestionó el erizo un tanto desconfiado.

—Los equidnas solían mandar a sus enemigos aquí dentro con poco armamento, así que era una forma de hacerlos sufrir. — contestó la equidna.

—Ya veo... Supongo que no me sorprende viniendo de la gente que creo estas cosas. — mencionó prosiguiendo su caminata y viendo por las paredes en busca de esas plantas.

—Bueno, también quería decirte tu parte del trato. — dijo la sacerdotisa de repente. —Yo quiero salir de este medallon, y para eso debes romperlo fuera del santuario.

El erizo le causó extrañeza lo que dijo la fémina.

—¿Que si lo hago dentro? — preguntó el erizo un tanto desconfiado.

—No serviría de nada, ya qué necesitamos luz solar.— contestó la equidna.

—Si tu lo dices... ¿Que pasara con los mordidos, Tails y Knuckles?— cuestionó preocupado el cobalto.

—Sus cuerpos rechazaran el elixir y estarán bien, pero, si mueren antes de que eso pase, se levantarán como una creatura como esas.— aclaró la equidna.

El simple hecho de imaginar a Tails convertido en eso, hizo qué Sonic se preocupase aun más por el menor.

—De nosotros depende que eso no pase... Te protegeré Tails, sin importarme qué deba hacer para eso...

Sin embargo, algo saco al erizo de sus pensamientos, un sonido, el cual, hacia pensar que la puerta parecía estar abriéndose, ¿Era cierto?, habían sido salvados.

En las afueras, del santuario, dos erizos llegaban al lugar y empezaban a interacuar con la puerta, buscaban respuestas.

—¿Es aquí?, no parece haber alguien aquí. — preguntó extrañado el erizo plateado.

—¿Que esperabas del faker?, ya debe estar adentro. — mencionó el azabache de brazos cruzados con ese tono característico.

El albino con ayuda de su telequinesis comenzó a abrir la puerta, no obstante, el azabache le detuvo.

—No la abras, si el pseudo héroe quiere manejarlo sólo, lo manejará solo. — habló dándose media vuelta y marcandose.

El albino se detuvo y la puerta se empezó a cerrar, el erizo azul corría de manera apresurada hacia la puerta.

—¡Esperen, no la cierren, estamos aquí! — hablaba sin bajar la velocidad, con tono apresurado.

La puerta se cerro, el erizo se estampó duramente con esta, desesperado comenzó a golpear al puerta de manera fuera, sin embargo, era muy grueza y el sonido no la atravesaba, los golpes apenas se oían.

—¡Por favor, abran la puerta!... Abran la..

El erizo se dejo caer, la deseperación lo invadió, tan cerca... Pudo ver la luz del exterior por un momento, pudo sentir ese aire puro, no ese lleno de pestilencia a podrido y amoniaco de la sangre qué había en este lugar.

—Vamos Sonic... Eres más fuerte que esto... Eres el líder, no debes perder la razón. — Se decía a si mismo mientras intentaba ahogar su frustración.

Sontails One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora