Sontails One Shots

Mi Héroe

Capítulo 5

El erizo azul cargo al zorro y le llevó a casa, le dejo en el sofá, el menor lloraba de forma qué no se consolaba, abrazandose a si mismo, era notoria el hueco qué su peluche le dejo.

El erizo no sabía que hacer, simplemente dio media vuelta y empezó a preparar la bañera para meter al joven zorro.

—Esos malnacidos... Ya verán lo que les haré cuando sepa quienes fueron... —decía con rencor el mayor.

Bajo por el zorro, este aun se veía mal, sin embargo, a diferencia de otras ocasiones, el menor no se calmaba, por lo que intento buscar algo en su habitación para contentar al menor.

—Emmm... ¿Que hago?... ¡Ya se!

El erizo abrió su armario y comenzó a buscar frenéticamente entre las cajas, fue entonces cuando encontró lo que buscaba, regresó con el zorro, deseaba qué esto funcionara.

—Hey Tails, te traje algo. — dijo sonriente el erizo mostrándole algo al menor.

El menor le volteó a ver, este al ver lo que tenía el mayor dejo de llorar, el erizo le hizo una seña para que lo tomará, timidamente el de dos colas comenzó a agarrarlo, era un avión de juguete de color rojo.

El zorro comenzó a jugar con el, esa sonrisa que al erizo le gustaba ver regresó, fue entonces cundo el menor dejo de llorar y se centro en el avión.

—Es como un niño. — pensó el mayor soltando una risita.

Regreso a la bañera, el agua estaba tibia, por lo que ahor a podría bañarse el zorro, bajo rápidamente y noto como el zorro imitaba el sonido del avión mientras jugaba con el.

—Cuanta dulzura e inocencia en una escena. — pensó el erizo sintiendo un gran cariño hacia el menor.

Sin embargo, vio al menor quejarse en un movimiento, eso le hizo recordar que no todos veían lo mismo que el. Unos veían alguien indefenso al cual podían molestar, al cual podían golpear y no se defendería.

Debía mantener la calma, ahora no debía perder los estribos, el erizo cargo al menor y lo llevó al baño, lo dejó ahí para que se bañara.

—Bien, en lo que tu te bañas, yo iré a preparar la comida. — dijo sonriente y llendose.

No obstante, el menor le detuvo.

—Y-yo... M-me duele el cuerpo y-y n-no... — el menor se veía nervioso, además de algo dolido.

El erizo río divertido.

—¿Acaso quieres que te bañe? — preguntó el mayor divertido.

El zorro bajo la mirada con un sonrojo evidente, le dolía el cuerpo, además, no quería estar sólo.

—Esta bien, sólo iré por unas toallas extras.

El erizo salió del baño, sonriendo alegremente, al regresar, el zorro ya estaba dentro de la bañera, jugaba con el agua, tal parece que le gustaba hacerlo, a su vez, tenía el avión consigo con el cual también jugaba.

El erizo se sentó a la orilla de la bañera y comenzó a enjabonarlo, ambos estaban en su mundo, uno en su labor y el otro en su juego.

—¿Que se sentirá conducir un avión real? — Se preguntó el zorro viendo el techo.

El erizo azul pensó por un momento, sonrió y respondió.

—Bueno, es algo bello, sientes que el aire choca con tu rostro y la velocidad te lleva, ¿quisieras que te lleve a un paseo en mi Tornado? — preguntó el erizo sin dejar su labor.