Con la respiración agitada salgo de la comisaría bajando las últimas escaleras exteriores mientras el corazón me palpita con ímpetu después de atreverme a mentir a la policía. Emma la está buscando, supuestamente desesperada como me han dicho los agentes. No obstante, cuando me detengo en la salida descubro los ojos de Emma clavados en mi mientras una media sonrisa se extiende en su rostro. Ella, con su vestido floreado y su bolso en mano, se acerca con lentitud a donde estoy. Sus tacones repican en el suelo hasta que se detiene a pocos centímetros de mi. Jamás la he visto tan cerca. Su larga melena ondulada cae por sus hombros cuando se la coloca hacia atrás. Bajo sus pestañas largas se esconden sus ojos con un tono casi invisible al color azul.
– ¿Ya has declarado? – su pregunta sale por su boca con chulería.– Me imagino que habrás sido sincero... – se lleva su dedo índice a los labios. – , ¿o no?
Emma pasa por mi lado poniendo los ojos en blanco para después soltar una pequeña risa malvada a la vez quese acerca a la entrada. Aprieto los dientes tratando de contenerme, sin embargo, esta mujer me desquicia más que cualquier otra persona. Me giro sobre mis pies con las manos en los bolsillos de mi vaquero e imitando su media sonrisa me atrevo a contestarla.
– Los dos sabemos que no durarás mucho con tu mentira.
Y simplemente con esa frase, Emma aprieta con su mano el pomo de la puerta antes de entrar echa una furia al interior. Al desaparecer, cojo aire y lo vuelvo a soltar. El cielo se tiñe de la oscuridad de la noche. La séptima noche sin Willow.
Después de cenar con mi madre, recojo la mesa y dejo los platos en el fregadero como ella me pide. Posteriormente, me despido de ella antes de entrar en la habitación y tumbarme sobre el colchón el cual todavía tiene el aroma tan natural de Willow. Vuelvo a mirar el móvil y para mi asombro ella me ha contestado. Me incorporo de inmediato sentándome justo en la punta de la cama, marco su número y espero a que conteste.
– ¡Oh, dios! Willow. Me vas a matar algún día del susto. ¿Dónde estás? ¿Por qué llevas tanto tiempo sin responder a mis mensajes? ¿Estás bien?
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WILLOW. ©
RomanceDespués de una noche larga y oscura surge la incertidumbre de tus actos. Lo único que recuerdas es una pluma negra y unos ojos cuyos no sabías que en ellos se encontraba el mismísimo infierno. Con todo lo ocurrido no puedes confiar de la misma maner...