37

57 42 12
                                    

Evan me coge de las mejillas tan cerca de su cara que puedo percibir la aceleración de su respiración, deteniéndose unos segundos para asegurarme que es mejor que se aleje cuanto antes de mi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Evan me coge de las mejillas tan cerca de su cara que puedo percibir la aceleración de su respiración, deteniéndose unos segundos para asegurarme que es mejor que se aleje cuanto antes de mi. ¿Por qué él cree que es un estorbo en mi vida? ¿Por qué debería de desaparecer, si es la persona que más necesito? Observo sus ojos a pocos milímetros, rojizos y húmedos a punto de estallar. Pero se contiene. Se muerde el labio inferior y traga saliva antes de cerrar los ojos con fuerza. Acaricio las manos que sostienen mis mejillas y le pido por favor que no se aleje de mi.

– No me obligues a quedarme... – dice en un susurro sin poder cruzar la mirada con la mía. – No soy bueno para ti. Lo sabes. – niego con la cabeza y trato de hablar, hasta que su dedo se posa en mis labios. Levanta la cabeza y abre los ojos denotando su cálida esencia. Lentamente su mano rodea mi cintura acariciando con la yema de sus dedos la parte baja de mi espalda. No obstante, su otra mano se cuela por mi cuello y de repente siento como mi cuerpo responde a tal acción. Sus labios están a punto de tocarme. – Eres... demasiado buena para mi... – permanezco quieta y en silencio con mis ojos cerrados a la vez que siento su aliento al hablar, su dedo pulgar acaricia ligeramente mi mentón.

De repente, Evan gira su cabeza lentamente y abro los ojos para mirar hacia la dirección a la que dirige su mirada. Al otro lado del pasillo, Jessica nos lanza una mirada asesina y acto seguido se marcha pisando fuerte con sus tacones. Evan mueve su cabeza y a la vez aprieta sus puños con rabia. Seguidamente, me coge de la muñeca y tira de mi para ir detrás de ella.

Evan grita su nombre con rabia mientras que yo solo soy capaz de ver como Jessica se mueve a paso decidido hacia la sala de espera, con los puños apretados y haciendo sonar sus tacones por los pasillos del hospital. Su cabello recogido en una cola de caballo se mueve de lado a lado rápidamente y puedo escuchar como me maldice en voz baja. Justo antes de entrar en la sala de espera, donde se encuentran Luke y Liam sentados cerca de la ventana y abrazándose el uno al otro, Evan consigue atrapar a Jessica por la cintura y atraerla hacia nosotros. En ese momento, Evan me suelta para acorrarlarla contra la pared y tomarla por los hombros.

Ella se remueve en el sitio protestando a regaña-dientes hasta que se da cuenta de que se encuentra totalmente indefensa y no puede escapar de sus brazos tan fácilmente como pensaba. Le mira a los ojos, desafiante y molesta mientras apoya sus manos en su pecho e intenta empujarle. No obstante, se da por vencida cuando Evan toma sus manos y le pide que baje la voz mientras sus ojos se clavan en su mirada. Jessica muerde el interior de su mejilla y antes de volver a dirigir su mirada hacia él, sus ojos me miran con irritación.

– ¿Por qué lo haces, Evan? – reprocha.

– Por favor, no arruines esto. Luke está pasando por un mal momento, ¿quieres hacer que se sienta peor diciéndole lo que crees acerca de lo que has visto? Willow le quiere. Por favor, piénsalo detenidamente antes de entrar en esa sala. Todo ha sido culpa mía. – dice haciendo referencia a su estrecho acercamiento a mi. Jessica vuelve a mirarme fijamente, esta vez con los ojos húmedos, mordiéndose los labios y finalmente asintiendo con la cabeza en mi dirección.

WILLOW. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora