Después de una noche larga y oscura surge la incertidumbre de tus actos. Lo único que recuerdas es una pluma negra y unos ojos cuyos no sabías que en ellos se encontraba el mismísimo infierno. Con todo lo ocurrido no puedes confiar de la misma maner...
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¿Qué significa estar enamorado? Durante un tiempo he estado haciéndome esta pregunta a mí mismo antes de sumergirme en un sueño profundo. Si es como la chicas lo relatan; sentir mariposas en el estómago, experimentar el cielo sin tener alas y tener la sensación de que el corazón se te va a salir del pecho, seguramente ya esté perdiendo completamente la cabeza. Ahora soy el tipo de chico que anteriormente destestaba convertirme. Me perdía en las sensaciones químicas y peligrosas, surrealistas y cargadas de adrenalina. Una adrenalina que se esfumaba con el paso de las horas. Sin embargo, mi única y verdadera droga, la que activa mi adrenalina, se encuentra sentada a mi lado tomando un helado de vainilla. De nuevo, se recrea al mismo día que estuvimos ambos en las gradas del estadio en pleno verano el año pasado solo que, esta vez, ella tiene una gran sonrisa en sus labios. Hoy todo vibra en armonía a pesar de que el cielo esté nublado.Parece haberse olvidado de todo.
- Se te está derritiendo.
Ojos azules claros se clavan en los míos revolucionando las emociones, despertando a esas estúpidas mariposas en el interior de mi estómago a la vez que una sensación de placer me recorre la columna y me envuelve en un ligero y agradable escalofrío. Chica de tez blanca y piel suave, con voz dulce y mirada de fiera, se levanta del asiento para mostrarme el paquete de tabaco que me ha robado del bolsillo sin haberme dado cuenta.
- ¿Por qué llevas esto encima? - pregunta.
- Ya te dije que soy un desastre. - alargo mi mano para coger el paquete, sin embargo, ella retroce posando sus ojos en la honesta descripción del mismo. Se lleva el helado a la boca, lo introduce y lentamente lo termina tirando suavemente del palillo de madera con sus dedos hacia afuera.- ¿Qué estás haciendo?
- ¿Puedo ser un desastre contigo?
Mi respiración se detiene quedándome totalmente perplejo. Willow lame sus dedos manchados de vainilla, tira el palillo en la bolsa vacía donde se hallaban hasta hace poco otros aperitivos e introduce sus dedos en el interior del Marlboro. Me levanto con brusquedad robándole el paquete de las manos y guardándolo rápidamente en el bolsillo trasero de mi pantalón. Sus ojos me miran a pocos centímetros de los míos.
