Renacimiento

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"Esta esperanza, la tenemos como un ancla del alma, una esperanza segura y firme para nuestra vida..."

Hebreos 6:19

Abrí los ojos.

Ahí volvemos a empezar, el líquido verdoso a mi alrededor me dificultaba ver claramente, tenía un terrible dolor en la garganta, lleve mis manos a ella y lo sentí, un tuvo que me estaba dando oxígeno, no sería prudente quitármelo, extendí los brazos para intentar nadar, tope con el cristal que me mantenía ahí dentro, poco a poco el nivel del agua fue bajando y el gran contenedor en el que estaba se abrió abruptamente, dejándome caer al piso helado y blanco.

Mis músculos estaban entumidos, me costó mucho esfuerzo ponerme de pie, ahora podía ver mejor, era una especie de laboratorio, divisé una bata blanca y me la puse encima ya que lo único que tenía puesto era una especie de traje de baño, no podía recordar lo que había pasado, solo que mi nombre es Tim Drake, tengo 21 años y... Eso era todo, las luces se apagaron, luego una pantalla en la pared se encendió y apareció una frase: "No hay mucho tiempo" Luego mostró lo que parecían los planos del lugar en el que me encontraba y una línea roja que supuse seria la ruta que debía seguir, lo memoricé al instante sin problemas.

Asome la cabeza por la puerta que supuse seria la salida, al no ver a nadie, seguí la ruta que se me mostro antes, llegue a una habitación que estaba llena de ropa negra, me parecía familiar, repentinamente me atacaron imágenes mentales de un hombre medio oriental de ropas verdes y sus seguidores que usaban ese mismo uniforme, sostuve mi cabeza por el dolor, una vez me repuse, tome un muda y me la puse, cubriendo mi rostro para pasar desapercibido, no tenía mucha idea de porque hacia las cosas, solo que un fuerte instinto me decía que tenía que hacerlas.

Seguí mi camino despacio, no estaba listo para correr, una puerta se abrió cuando iba pasando por uno de los pasillos, no lo entendí, eso no estaba en la imagen que me mostraron antes, mi curiosidad me ganó.

Entre y en el centro de la habitación había una capsula parecida a la que acababa de abandonar, pero unas 3 veces más pequeña, dentro había un bebé dormido en posición fetal, me acerque para verlo mejor, toque el cristal y el proceso se repitió, el líquido, que en este caso era espeso y casi amarillento se drenó y la cápsula se abrió, él bebe comenzó a llorar fuertemente, lo cargue y mecí para que dejara de llorar, de alguna manera se calmó después de unos minutos.

Llamo mi atención una etiqueta bajo la pequeña capsula

"Donadores de ADN:

-Timothy J. Drake

-Damián Wayne"

Damián, nuevamente esas imágenes se esparcieron por mi cabeza, un chico de tes ligeramente bronceada y ojos verdes acariciando un gato negro y a su lado un perro de orejas puntiagudas.

Envolví al recién nacido en una capa negra que venía con mi atuendo y seguí caminando a la salida, ahí encontré una motocicleta, subí a ella con la intención de cortar algunos cables para arrancarla, pero esta se encendió sola.

En la pantalla del vehículo se me mostro otro mensaje "Se acabó el tiempo, estas solo" y finalmente apareció un mapa de del sur de arabía y ahí un punto rojo brillo, deduje que sería mi ubicación actual, una línea punteada señalo a otro punto azul al oeste, ahí debía ir, até la bebé a mi espalda para no dejarlo caer durante el camino y como si lo hubiese hecho un millón de veces antes, dirigí la moto a toda velocidad a aquel punto azul.

Conduje casi toda la noche hasta ahí, era una ciudad que vigilada por grandes naves de combate que alumbraban las calles, había gente gritando y corriendo a la par de los sonidos de disparos y soldados vestidos de la misma forma que yo, me colé por las calles y logré entrar a una casa, donde afortunadamente conseguí más ropa, me cubrí la cara y escondí el uniforme negro que llevaba.

AnchorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora