Anchor

Lo más tonto que un hombre puede hacer

Me miraba sorprendido, con su mano libre se quitó la máscara para verme mejor, diablos.

Poco a poco, pude verlo en su mirada, que su mente se iba llenando de mis recuerdos, esa gran carga iba acumulándose sobre sus jóvenes hombros.

De alguna manera, mi destino era volver a casa después de haberlo perdido todo, una vez más.

Comenzó a llorar y sus lágrimas caían sobre mí, me recordó a la forma en la que Conner hizo lo mismo aquella tarde en la que morí en sus brazos. Qué gran ironía, el mismo lugar, el mismo día, mi existencia terminaría extinguiéndose. Aunque... Este chico se quedaría con todo lo que yo soy dentro de su cabeza.

-Soy un estúpido, si tan solo te hubiera dejado caer... -Dijo llorando inconsolable.

-Pero tú no eres así ¿verdad? -Me miró con tristeza. Estaba ciertamente enternecido, a diferencia de Ras', el podía reconocer perfectamente la silueta de Bruce, en otras palabras, él no sabía quién era yo y aun así, corrió para salvarme -Lo siento, Tim, era algo que no deseaba, lo sabes, pero por alguna razón que aún no podemos entender, las cosas deben ser así... Ya puedes soltarme -Le dije sonriendo.

-No ¿Estás loco? No dejaré que solo mueras, no es justo, todo el daño que te han hecho... -Sintió mi dolor como si fura suyo... Que paradoja más complicada.

-Tim, no hay nada más justo, ni que yo deseé más que esto -Lo interrumpí -Todo estará bien ahora, solo no olvides hacer lo mejor que puedas y si las cosas no salen como esperas, no pasa nada, yo creo en ti, siempre lo he hecho, saldrás adelante sin importar lo que pase, todo lo que debías saber ya lo tienes guardado en tu memoria -Seguía mirándome triste -Ahora... Respira profundo -Obedeció -Dime que va a suceder.

-Todo estará bien -Dijo al borde de las lágrimas y con la voz quebrada.

-Exacto -Dije sonriéndole -Mírame -Le dije con suavidad. Él apretó los ojos para no hacerlo y movió la cabeza en otra dirección -Mírame -Repetí, esta vez con más energía y obedeció -Ya es hora... Déjame ir.

Se que le fue muy difícil soltar mi muñeca para dejarme caer al vacío.

Por mi parte, mientras caía, sentí el viento acariciando mi cuerpo, una enorme sensación de paz inundo todo mi ser al ver a mi joven yo en la cubierta de esa nave, estaba muy feliz de verlo ahí arriba, a salvo. Muchos de los recuerdos más felices de mi vida pasaron como flechas por mi cabeza, quizá recordatorios de que después de todo no había sido una vida tan mala.

Vi como mi cuerpo comenzaba a desintegrarse y dejaba una estela de polvo negro a su paso, eso solo significaba una cosa, lo habíamos logrado.

Él era la promesa que me hacia el destino de un mejor futuro para todas las personas que amaba, finalmente, el clímax de mi viaje había llegado, pero, sobre todo, lo más importante y excitante de todo esto, era que el de él iba a menos de la mitad, mucha suerte, pequeño Tim, nunca dejes de ser valiente.

******Tim del último capítulo de Photograph*******

Algo en lo que siempre he creído, es que lo más estúpido que puede hacer un hombre es el dejarse morir, es por ello, que no entendía que el momento más feliz o tranquilo de una persona, fuera instantes antes de su muerte, mucho menos creí que sería mi caso, pues siempre pensé que moriría peleando, con sangre en la boca o arrastrándome por el suelo para dar un último golpe. Después de todo, la vida que elegí como justiciero solía tener ese tipo de final.

Pero al ver la sonrisa de aquel hombre al caer, me hacía entender que, si él se sentía tranquilo al dejar este mundo, era porque confiaba en que haría lo correcto.